Remesas tienen peor mes 2012 por incertidumbre económica y posible impuesto de EUA

2 de jun. (Axis negocios) -- El dinero que entra a México por concepto de remesas descendió en abril, como parte de una tendencia de debilitamiento, pero a un ritmo más acelerado que se enmarca en temores sobre el futuro económico y previo al impacto por el impuesto a las remesas que el Partido Republicano pretende aprobar en Estados Unidos.

     La llegada de recursos, que en su mayoría tiene como origen precisamente Estados Unidos, alcanzó cuatro mil 761.2 millones de dólares en abril, una caída de 12.1% frente a lo registrado en el mismo mes de 2024, dio a conocer Banco de México a través de un comunicado.

     El comportamiento fue “derivado de descensos de 8.1% en el número de envíos y de 4.4% en el valor de la remesa promedio”, escribió la autoridad monetaria en el comunicado.

     La caída fue la segunda en lo que va del año y la más pronunciada desde septiembre de 2012. Si la comparación se limita a abril, entonces fue la peor de 16 años. El monto promedio (385 dólares) cayó a su peor ritmo en más de nueve años, mientras que el número de operaciones presentó su baja más pronunciada desde octubre de 2009.

     “La caída observada en el mes responde a un entorno más adverso, marcado por la incertidumbre en torno a cambios en las políticas comerciales y migratorias en Estados Unidos”, escribieron Gerónimo Ugarte y el equipo de economistas de Valores Mexicanos o Valmex, en un reporte. “Hacia delante, las remesas podrían mostrar cierto repunte estacional, impulsado por celebraciones como el Día de las Madres y por la relativa fortaleza de la economía estadounidense. Sin embargo, persisten riesgos a la baja”.

     El desempeño de las remesas, que suele ser un indicador relevante porque estimula el consumo en México, sucedió en medio de una economía estadounidense que, pese a una revisión favorable, presentó una contracción en el primer trimestre de 2025.

     Eso sí, Estados Unidos generó mayor empleo que el previsto por los analistas durante abril, a partir de lo cual la tasa de desempleo se mantuvo estable.

     Los flujos también pudieron verse afectados por la incertidumbre sobre el futuro económico estadounidense, debido a los futuros efectos de los aranceles y a una política monetaria que parece haber frenado su flexibilización. Otro factor adverso fue el feriado de Semana Santa, que este año se celebró en abril y el pasado en marzo.

     Al medir las remesas por su valor en pesos, la moneda en que son gastadas en el país, estas alcanzaron un total de 95 mil 367 millones, un avance de 4.9% frente al cuarto mes del año pasado. Lo anterior fue resultado de la depreciación de 16.2% del peso frente al dólar en el periodo.

     Aunque la depreciación del peso continúa representando un efecto favorable para la llegada de dinero, que en moneda local lleva 11 alzas seguidas, el alza de abril fue la menor de esa racha positiva.

     Para los primeros cuatro meses del 2025 las remesas sumaron 19 mil 14 millones de dólares, un decremento de 2.5% contra el mismo lapso de 2024 y la primera vez que descienden en 12 años.

     Hacia adelante, uno de los catalizadores del desempeño de los envíos está en el plan fiscal del presidente Donald Trump que, además de generar preocupaciones sobre las finanzas públicas, incluye un impuesto a las remesas de 3.5%, criticado por muchos al representar una doble tributación.

     El impuesto fue aprobado en mayo por la Cámara de Representantes como parte del ‘gran y hermoso proyecto de ley’ de ingresos y egresos de la Casa Blanca, no obstante, aún falta la aprobación del Senado. Algunos consideran que el impacto para México sigue siendo difícil de calcular.

     “Creemos que el posible impuesto a las remesas podría ocasionar ciertas disrupciones en el corto plazo”, escribieron analistas de Banorte encabezados por Juan Carlos Alderete, en un reporte. “En caso de ser aprobado, anticipamos un incremento en los flujos antes de entrar en vigor, con el efecto tras ello todavía muy incierto”.

     Por su parte, Banamex estimó un impacto menor a 0.1% del producto interno bruto nacional, aunque reconoció que habría mayores afectaciones para estados como Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán, donde las remesas superan a la nómina salarial del mercado formal.

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* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.