El béisbol en México, un negocio cada vez más popular y ya con rentabilidad

3 de jun. (Axis negocios) -- En la Ciudad de México, los aficionados del béisbol hoy asisten al Estadio Alfredo Harp Helú, inaugurado en 2019 y que es casa de los Diablos Rojos, sin embargo, no siempre fue así. Hay quienes siguen el deporte desde que los partidos de ese equipo y de los Tigres se celebraban en el Parque del Seguro Social, en la colonia Narvarte, donde ahora está la plaza comercial Parque Delta.

     Hoy la afición ha crecido, integrándose no solo por aquellos que aman el béisbol desde que eran niños o adolescentes, sino por quienes apenas están descubriendo el deporte, atraídos también por una mejor experiencia en cada evento deportivo, por la música, la comida y en general una ambientación que permitió el recambio generacional.

     “Lo que nosotros vendemos es una experiencia. El béisbol es el pilar, está rodeado y aderezado de toda esta gran experiencia y esta riqueza cultural, gastronómica, de seguridad, y eso es lo que de alguna forma hemos tratado de emular no nada más en uno o dos estadios, hemos emulado en todos, y hay tantas cosas que estamos haciendo. Ya hay toda una estrategia, por ejemplo, enfocarse en la limpieza del estadio”, comentó, en entrevista, Horacio de la Vega, presidente ejecutivo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

     En medio de la mayor popularidad del béisbol, la liga espera rebasar en el año de su centenario los cinco millones de asistentes, en comparación con los 4.8 millones de 2024. Claro que hay plazas con mayor asistencia que otras, como es el caso de Diablos Rojos, Sultanes de Monterrey, Leones de Yucatán, los Algodoneros de Torreón, así como los Saraperos de Saltillo, los Pericos de Puebla, entre otros.

     En la capital del país, una plaza en la que el béisbol languidecía al grado de llevar a decidir a los ex dueños de los Tigres --la familia Peralta-- a llevarlos primero a Puebla y luego a Quintana Roo, y con los Diablos ofreciendo entradas a un precio muy bajo con tal de generar aforo --su dueño, Alfredo Harp Helú, es incluso una parte relevante para que el béisbol no desapareciera--, hoy día cuenta con mayor asistencia.

     De igual manera, las amenidades del estadio Alfredo Harp Helú, comparadas con las de los avejentados estadios de fútbol de la capital, así como un entorno de mayor seguridad, son parte importante para este hito tras años de baja asistencia a los estadios del Seguro Social y Foro Sol.

     De las 20 novenas que tiene la LMB, “no sé si me puedo equivocar en esta respuesta, pero yo diría que antes no había ninguno rentable y ahora te puedo decir que estás hablando de cerca del 50% o 60% de los equipos son rentables, ya están en números negros, y habrá otros que dependiendo de las estrategias de inversiones y demás empiezan a tener una balanza positiva. . . Antes era muy distinto, yo te diría que prácticamente era un gasto para el empresario o la empresa que representaba los intereses de un club en particular, ahorita ya en un porcentaje mayor al 50% son negocios propios, sustentables, autosuficientes y que está dando ese ciclo positivo”, estimó de la Vega.

     Ese punto de inflexión está relacionado también con la modernización de la liga, incluso en cuanto a sus propios dueños, donde las generaciones al frente de cada club han cambiado o evolucionado, impulsando nuevas estrategias de crecimiento.

     La liga veraniega incluso ha crecido en número de franquicias, alcanzando las 20 actuales, tras décadas de ser un circuito con 16 equipos.

     En lo que se refiere a patrocinios, la liga sigue sumando marcas, creciendo entre 13 y 14 veces en ese rubro en comparación con lo registrado en 2019. Uno de los patrocinadores más conocidos de los equipos de la LMB es New Era, una empresa de ropa urbana y deportiva especialmente conocida por ser la marca oficial de las gorras que utilizan los 30 equipos de la Major League Baseball, así como de otras ligas como la NFL o la NBA.

     Para los equipos de la Liga Mexicana no solo es el fabricante de las gorras oficiales y la versión para aficionados, sino de las franelas que utilizan los equipos, chamarras, sudaderas y más. 

     “Hemos podido con esa certeza económica crecer muchísimo más la parte, por ejemplo, la experiencia del aficionado, tanto en el estadio como en la televisión, con la parte digital”, añadió de la Vega.

     Esas experiencias, dijo el también ex atleta de alto rendimiento, “lo extrapolas con la televisión y lo extrapolas después a la parte de producto, que es la gente que acude al estadio, ha permitido generar inversiones importantes con la intención de seguir creciendo no solo en asistencia a los estadios, sino en telespectadores”.

     De acuerdo con datos de Nielsen, citados por el presidente de la LMB, hace seis años, los telespectadores ascendían a cinco millones y hoy esa cifra llega a 60 millones solo en México, sin contemplar el alcance fuera del país, pues la liga tiene cobertura en más de 30 naciones.

     Actualmente, la liga cuenta más de 35 contratos de derechos con televisión abierta, de paga, streaming y otras plataformas a nivel nacional e internacional, lo que también ha ayudado a aumentar el alcance del béisbol.

     El éxito ha sido de tal magnitud, que incluso Los Diablos Rojos del México lograron su listado en la Bolsa Mexicana de Valores a finales de 2024, sin una oferta pública de por medio, donde inscribió las series A y O de sus títulos con clave de pizarra DIABLOS.

     En marzo, la compañía pública dueña del equipo campeón de la Liga Mexicana de Beisbol concretó el split de acciones que anunció al iniciar su cotización, con la intención de propiciar un mayor intercambio de sus títulos en el mercado bursátil mexicano.

     De acuerdo con información publicada en la bolsa, al 31 de diciembre de 2024, Diablos cerró con una utilidad de 8.9 millones de pesos, donde espera en los próximos cinco años mantener una tendencia de crecimiento, debido a la mejora en la rentabilidad del convenio que la compañía tiene con el Estadio Alfredo Harp Helú y por las estrategias que pondrá en marcha la administración del equipo para impulsar los aforos de aficionados, lo que se reflejaría en incrementos en la venta de productos dentro del estadio, la posible promoción, coordinación y realización de espectáculos distintos a los eventos por juegos de sus equipos.

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