Newsletter
Recibe gratis un resumen diario de lo más importante en negocios.
Al suscribirte aceptas los términos y condiciones de nuestra política de privacidad.
26 de may. (Axis Negocios) -- La economía de Estados Unidos registró un arranque de año complicado debido a ganancias corporativas débiles, baja inversión privada y un déficit comercial récord que no pudo frenar una demanda fuerte.
El producto interno bruto de la economía más grande del mundo cayó 1.5% en el periodo de enero a marzo frente a los tres meses previos, por lo que Estados Unidos cortó así con una racha de seis trimestres al alza y tuvo una contracción trimestral superior a la reportada de forma preliminar de 1.4%, de acuerdo con cifras definitivas reportadas por Bureau of Economic Analysis (BEA).
El retroceso del PIB representó el peor trimestre desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia provocó sus mayores daños a la economía global y causó una recesión por el cierre de industrias que tuvo la intención de no propagar la covid-19 en momentos que la población no estaba vacunada.
Desde el dato preliminar, la contracción del PIB obedece a la caída de 5.4% en las exportaciones tras un fuerte avance de 22.4% el trimestre previo, mientras que las importaciones crecieron 18.3%, cerca del 17.9% anterior.
“En nuestra opinión, estas cifras muestran que prevalecen importantes disparidades entre la oferta y la demanda agregada en Estados Unidos. En específico, la demanda es muy vigorosa y no se está pudiendo acelerar el ritmo de producción lo suficiente para satisfacerla, por lo que se está comprando más en el exterior”, Katia Goya, directora de economía internacional de Grupo Financiero Banorte, en un reporte.
La caída del PIB estadounidense también reflejó disminuciones en la inversión en inventarios privados, las exportaciones, el gasto del gobierno federal y el gasto de los gobiernos estatales y locales, pero los gastos de consumo personal, la inversión fija no residencial y la residencial aumentaron.
En concreto, las ganancias corporativas ajustadas antes de impuestos cayeron 2.3% en el primer trimestre después de una ganancia de 0.7% en los tres meses anteriores, como consecuencia de los altos costos de mano de obra y de suministros.
El mal desempeño de la economía estadounidense no pudo ser compensado por un gasto de los consumidores que subió 3.1% en el periodo, su mayor alza en los últimos tres trimestres. Asimismo, los precios medidos en términos del PCE (inflación medida por el gasto al consumo) subieron 7% en el primer trimestre y avanzaron a una tasa anual de 6.3%.
El gasto en el consumo se pudo sobreponer a los persistentes problemas causados por la contagiosa variante ómicron y el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que provocaron nuevas distorsiones en las cadenas de suministro y ejercieron presiones en los costos finales de los productos y desencadenado respuestas monetarias de los bancos centrales más duras a lo proyectado.
“El alza en la inflación que el conflicto exacerbó y las señales de que esto llevará a un ciclo de alza en tasas por parte de la Reserva Federal mucho más agresivo de lo que se pensaba, ha tenido un impacto negativo importante sobre la confianza de los consumidores. Sin embargo, no fue suficiente para frenar el gasto de las familias”, agregó Goya.
Fecha de publicación: 26/05/2022
Etiquetas: EUA crecimiento PIB inflación PCE