Los bancos han optado por adaptarse a las necesidades digitales de los clientes, mientras que las fintech están comprando instituciones financieras tradicionales para extender sus portafolios de productos. Foto archivo
Los bancos han optado por adaptarse a las necesidades digitales de los clientes, mientras que las fintech están comprando instituciones financieras tradicionales para extender sus portafolios de productos. Foto archivo

31 de ene. (Axis negocios) -- Poco a poco va quedando atrás ese periodo frenético en el que las inversiones para las empresas tecnológicas, entre ellas las del sector financiero, recibieron carretadas de recursos. Fueron solo unos meses para después experimentar una sequía de capital y a partir de entonces esa industria floreciente comenzó a asentarse.

     Las coloquialmente conocidas como fintech comenzaron a comprar licencias de instituciones financieras para incrementar sus servicios, al tiempo que la banca tradicional empezó a abrirse camino en el mundo digital, ambas partes buscando seguir compitiendo por una rebanada del pastel, adaptándose a las demandas de los clientes.

     “Creo que ambos lados son conscientes hoy en día del valor complementario que cada una de las dos partes puede aportar en un entorno de colaboración, esto es importante para las fintech porque a falta de capital, todos sabemos que hay escasez comparada con la bonanza de 2020 o 2021, el emprendedor lo que busca es acercarse y apalancarse de otros activos”, dijo en entrevista, Andrés Fontao, cofundador y managing partner de Finnovista, una organización que impulsa los ecosistemas fintech en América Latina y España.

     En los bancos saben que a partir de la pandemia de covid-19, que ocasionó en un inicio restricciones a la operación física de varios comercios, los clientes tienen nuevos hábitos y están exigiendo y demandando más y mejores servicios digitales, todo sea por no pisar una sucursal. Por eso las instituciones financieras tradicionales han optado por abrir sus propias divisiones meramente digitales, con marcas totalmente nuevas y separadas.

     Por ejemplo, Grupo Financiero Banorte, uno de los principales prestamistas de México, recién anunció el inicio de operaciones de Bineo, una nueva filial bancaria digital con la que busca competir tanto con la banca tradicional como con las nuevas firmas de tecnología financiera.

     Así como Banorte, Regional sigue avanzando en su plan de operar de manera separada su brazo digital Hey Banco, lo cual pasaría a más tardar en el tercer trimestre de 2024, algo que también planea Santander México con Openbank, que de igual manera ya obtuvo su licencia bancaria, o Invex con Now.

     “Si 2023 fue el año en que la digitalización de la banca mexicana empezó a despegar, 2024 traerá el desafío de sostener este crecimiento y hacerlo evolucionar”, de acuerdo con un comunicado de Veritran, una compañía global de tecnología abocada a simplificar las experiencias bancarias. “Esta transformación digital se vio impulsada por la llegada de nuevos players [fintechs, entre otros] que aceleraron la evolución de esta tendencia”.

     Las fintech, por su lado, ante precisamente la falta de capital y también la necesidad de contar con regulaciones que les permitan seguir creciendo su abanico de productos y servicios, han optado por incluso adquirir bancos, claro que con la diferencia de que de origen estas empresas cuentan en su ADN con estrategias tecnológicas y digitales.

     Credijusto, una empresa mexicana de tecnología financiera enfocada en pequeñas y medianas empresas, fue la primera fintech mexicana en adquirir un banco regulado en el país, en su caso Finterra, una institución especializada en financiar soluciones para pequeños negocios y el sector agrícola.

     A su vez, Kapital, una plataforma de financiamiento y gestión para empresas y personas, recién invirtió 50 millones de dólares en la compra e inyección de capital en Banco Autofin México.

     Este camino también lo tomó la empresa argentina de tecnología financiera, Ualá, que a finales de 2021 alcanzó un acuerdo para comprar una licencia de banco tradicional en México, en este caso la de ABC Capital, una operación que tuvo el visto bueno de CNBV, el regulador del sector. Con esa transacción, la compañía que fundó y dirige Pierpaolo Barbieri ve potencial para multiplicar por 10 el medio millón de usuarios que tiene en México, en el mediano plazo.

     “Lo que buscamos es que el ecosistema sea realmente protagonista y que cada vertical tenga licencias que te hacen más eficiente, así como fuimos evolucionando nuestro modelo fintech a más de neobanco”, dijo Andrés Rodríguez Ledermann, director general de Ualá México, en el anterior Finnosummit 2023, el 27 de septiembre. “La licencia bancaria nos permite captar fondos y eventualmente pagar una tasa de interés muy superior a la que podríamos ofrecer teniendo la licencia que teníamos antes. . . y no dependemos de un tercero”.

     Nu México, la filial en el país del banco digital brasileño Nubank, presentó a finales del año pasado su solicitud ante la CNBV para poder operar como una institución de banca múltiple en México. De concretarse el proceso, la firma pretende ampliar en México su portafolio de productos, para incluir algunos relacionados con inversiones, portabilidad de nómina y productos para pequeñas y medianas empresas.

     “Nos emocionan todos los productos que podremos lanzar al mercado en el corto plazo a través de nuestra sofipo. Sin embargo, nuestro compromiso con México es a largo plazo y nuestros clientes nos están pidiendo más; desde mayores límites de depósitos hasta productos de inversiones y la posibilidad de traer su nómina a Nu", dijo Iván Canales, director general de Nu México, en un anterior comunicado.

 


Fecha de publicación: 31/01/2024

Etiquetas: fintech emprendedores startups tecnología bancos banca