La economía de EUA perdió fuerza en el 4T de 2022 como resultado de las acciones de política monetaria impulsadas por la Fed. Foto AP/Michael Dwyer
La economía de EUA perdió fuerza en el 4T de 2022 como resultado de las acciones de política monetaria impulsadas por la Fed. Foto AP/Michael Dwyer

30 de mar. (Axis negocios) -- La economía de Estados Unidos, que actualmente enfrenta sus mayores retos en la inflación y las mayores tasas de interés, creció a una tasa real de 2.6% en el cuarto trimestre de 2022, impulsada por el consumo y el crecimiento de los inventarios, un dato que no fue precisamente positivo.

     La cifra corresponde a la revisión final del Producto Interno Bruto (PIB) realizada por el Bureau of Economic Analysis (BEA), la cual representó el segundo ajuste a la baja, lo que la hizo quedar además por debajo de lo que esperaban los analistas.

      “El aumento del PIB real reflejó principalmente aumentos en la inversión privada en inventario, el gasto del consumidor, la inversión fija no residencial, el gasto del gobierno federal y el gasto del gobierno estatal y local que fueron parcialmente compensados por disminuciones en la inversión fija residencial y las exportaciones”, escribió el organismo en el comunicado en el que dio a conocer los números.

     El crecimiento económico, que significó una desaceleración tanto respecto del trimestre anterior (3.2%) como del similar de hace un año (6.9%), fue estimado en primera instancia en 2.9% y en 2.7% en la segunda revisión (nivel que los analistas estimaron permanecería).

     La revisión final del desempeño productivo estadounidense, explicó el BEA, obedeció principalmente a ajustes a la baja en el consumo (mayor impulsor de la economía), en las exportaciones, además de desaceleraciones en la inversión fija no residencial.

     Por su parte, esos movimientos fueron compensados por un efecto positivo de menores importaciones, la inversión privada en inventarios y una aceleración del gasto del gobierno.

     El hecho de que el consumo haya sido revisado a la baja y las cifras hayan sido apoyadas por factores como las menores importaciones y los mayores inventarios reflejan que el avance reportado es más débil de lo que parece, de acuerdo con analistas.

     “La tasa de crecimiento del PIB real informada exagera la fortaleza de la economía a fines del año pasado”, escribieron en un reporte Jay H. Bryson y Shannon Seery, economistas del banco estadounidense Wells Fargo. “El gasto real del consumidor creció solo un 1.0%, y la creación de inventario impulsó el crecimiento del PIB en 1.5 puntos porcentuales”.

     Los expertos resaltaron que la inversión fija real de la economía estadounidense retrocedió 3.8% en el trimestre, además que el aumento de las exportaciones netas también hizo una contribución “engañosa”, al fundamentarse en una caída más acelerada de las importaciones reales.

     Por su parte, dijeron Bryson y Seery, la acumulación significativa de inventario --que había caído en el tercer trimestre-- significó 1.5 puntos porcentuales del crecimiento general del PIB y en la medida en que no haya sido intencional, podría afectar el crecimiento económico real para el primer trimestre de 2023, cuando las empresas decidan producir menos.

     Por industria, el crecimiento real fue de 4% para el apartado privado productor de bienes (liderado por bienes duraderos y minería), de 2.3% para el sector privado productor de servicios (con los mejores resultados en servicios profesionales y técnicos y de información) y de 2.1% en el caso del gobierno (con alzas tanto en el ámbito local como el federal).

     Los peores desempeños por subsector fueron presentados por finanzas y seguros, inmobiliarias, construcción, servicios de alojamiento y alimentación y servicios administrativos y de gestión de residuos, todos ellos con retrocesos.

     Con este resultado del desempeño del cuarto trimestre, la economía estadounidense presentó un avance de real de 2.1% para el 2022 completo, el más bajo desde 2020, el año más afectado por la pandemia, con un apartado de consumo de productos con su caída más pronunciada desde 2009.

     Los consumidores estadounidenses, como los de varias naciones en todo el mundo, enfrentan una inflación que aunque ha dado señales de desaceleración se mantiene cerca de máximos en décadas, además de peores perspectivas económicas a partir del ciclo de apretamiento monetario más acelerado desde la década de 1980.

     La economía más grande del mundo continúa así dando resultados mixtos, como una decepcionante producción industrial de arranque de año frente a lo estimado, pero un mercado laboral que no deja de dar señales de fortaleza --aunque también es tomado como riesgo inflacionario--.

     El informe del BEA incluyó el detalle de algunos componentes del PIB estadounidense, como el gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), que creció a una tasa de 1% en el cuarto trimestre contra los tres meses previos --versus un preliminar de 1.4%--, su avance más modesto en 10 trimestres.

     Los precios medidos en términos del PCE, una cifra seguida por analistas por la importancia que también le da la Reserva Federal en su toma de decisiones, subieron 3.7% en el último cuarto de 2022 y avanzaron a una tasa anual de 5.7%, sin cambios frente a la lectura previa.

     Finalmente, los precios subyacentes del PCE, o aquella medida que desestima los cambios en productos altamente volátiles como alimentos o energéticos, subieron 4.7% en el trimestre --versus una lectura previa de 4.3%-- y aumentaron 4.8% anual.

     Otro dato seguido por los analistas fue el de ganancias corporativas de toda la economía, las cuales presentaron una disminución de 2% en el cuarto trimestre, lo cual muestra debilidad en el beneficio interno, aunque se mantienen aproximadamente 20% por encima de los niveles previos a la pandemia.

     “Parece que la rentabilidad se ralentizará y pesará sobre nuevos gastos de capital y contrataciones”, escribieron los expertos de Wells Fargo sobre las ganancias de empresas. “La desaceleración de la demanda significa que a las empresas les resultará más difícil trasladar los costos aún elevados a los consumidores. Esperamos que las ganancias disminuyan aún más en el transcurso de este año”.

 

* César Pérez colaboró con esta historia.

 


Fecha de publicación: 30/03/2023

Etiquetas: EUA economía PIB consumo inflación tasas Fed