OCDE sube pronóstico para economía global y México, alerta por inflación subyacente

17 de mar. (Axis negocios) -- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ajustó al alza su pronóstico para el crecimiento de la economía global para este año y el próximo, como resultado de una desaceleración esperada de la inflación y una mayor recuperación de la economía de China.

     La OCDE, como también es conocido el organismo que agrupa a 34 naciones, ahora pronosticó que la economía global crecerá 2.6% en 2023 en lugar del 2.2% que estimó de manera previa. Asimismo, el pronóstico del crecimiento del PIB en 2024 mejoró de un pronóstico de 2.7% publicado en noviembre del año pasado a 2.9% en su última estimación, de acuerdo con el documento de perspectivas económicas de marzo.

     En cuanto a México, OCDE elevó su pronóstico de crecimiento del PIB para este año de 1.6 a 1.8% y mantuvo sin cambios el estimado de 2024 en 2.1%.

     Para Estados Unidos, se espera que el crecimiento esté por debajo del potencial tanto en 2023 como en 2024, ya que la política monetaria modera las presiones de demanda. El crecimiento en la zona del euro también será lento en 2023, pero los beneficios de los precios más bajos de la energía y la disminución de la inflación deberían ayudar a que el impulso del crecimiento mejore gradualmente, dejando un crecimiento anual promedio en 2024 de casi el doble del 0.8 % proyectado en 2023.

     "La perspectiva actual es un poco más optimista que nuestras previsiones anteriores, aunque la economía mundial sigue siendo frágil", dijo Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, en un comunicado. "Algunos riesgos clave, como las perturbaciones persistentes a gran escala del mercado de la energía y los alimentos, se han mitigado por ahora; sin embargo, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, la persistencia de la inflación de los servicios, la turbulencia del mercado financiero y la disminución constante de las perspectivas de crecimiento subyacentes, podrían ser fuentes de mayor perturbación".

     El organismo considera que los bancos centrales realizan su trabajo, y si bien la inflación general ha ido a la baja, “el índice subyacente --que no incluye los elementos más volátiles, como alimentos y energía-- aún está en niveles altos a consecuencia de los altos precios de los servicios, los mayores márgenes en algunos sectores y las presiones de un mercado laboral ajustado”.

     En este sentido, la OCDE proyectó que la inflación se moderará gradualmente durante 2023 y 2024, pero aún estará por encima de los objetivos del banco central hasta la segunda mitad de 2024 en la mayoría de los países.

     Se espera que la inflación general en las economías del G20 disminuya a 4.5% en 2024 desde 8.1% de 2022. Mientras que para la inflación subyacente en las economías avanzadas del G20 alcance un promedio de 4% en 2023 y de 2.5 % en 2024.

     “La política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya señales claras de que las presiones inflacionarias subyacentes se reduzcan de manera duradera”, explicó el organismo dirigido por Cormann. “Todavía se necesitan más aumentos de las tasas de interés en muchas economías, incluidos Estados Unidos y la zona del euro. Con la inflación subyacente retrocediendo lentamente, es probable que las tasas oficiales se mantengan altas hasta bien entrado 2024”.

     En el caso de México, la OCDE también espera que se mantenga encima del objetivo de Banco de México este año, aunque disminuirá dentro de la mitad superior de la banda del objetivo de inflación para finales de 2024, ayudada por la acción temprana tomada para endurecer la política monetaria.

     Banco de México ha acumulado un alza de 700 puntos base desde junio de 2021 hasta la fecha y las apuestas sobre el próximo encuentro de política monetaria --30 de marzo-- apuestan a que podría elevar entre 25 y 50 puntos base más el nivel del referente, que se coloca en el máximo de 11%.

     El organismo advirtió que muchas economías de mercados emergentes podrían enfrentar dificultades cada vez mayores para pagar deudas y déficits elevados a medida que aumentan las tasas de interés mundiales, especialmente en las economías importadoras de productos básicos o en las que existe un desfase entre la composición monetaria de los pasivos y los ingresos externos.

     Lo que no abarcó el estudio son las preocupaciones recientes por el estado financiero de los bancos comerciales en Estados Unidos o Europa, no obstante sí fueron expresados y considerados como un riesgo que podría nublar las expectativas económicas.

     “Han aumentado las preocupaciones sobre las vulnerabilidades financieras. . .el aumento de la tensión en los hogares y las empresas, y el mayor potencial de incumplimiento de los préstamos, aumentan los riesgos de posibles pérdidas en los bancos y las instituciones financieras no bancarias”, y agregó que “los cambios bruscos en las tasas de interés del mercado y en el valor actual de mercado de las carteras de bonos también podrían exponer aún más los riesgos de duración en los modelos comerciales de las instituciones financieras, como lo puso de manifiesto la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank”.

* César E. Pérez contribuyó con la elaboración de esta historia.