Los analistas y algunos participantes del mercado empiezan a tener menos pesimismo sobre el momento para invertir en México, lo que podría augurar un mejor crecimiento de la economía nacional. Foto AP/Eduardo Verdugo
Los analistas y algunos participantes del mercado empiezan a tener menos pesimismo sobre el momento para invertir en México, lo que podría augurar un mejor crecimiento de la economía nacional. Foto AP/Eduardo Verdugo

3 de mar. (Axis negocios) -- La economía mexicana podría estar en un punto de inflexión al arranque del año a raíz de un menor pesimismo sobre el clima de negocios en el país por una serie de indicadores que superaron las expectativas y por un creciente interés que está despertando México como destino para las inversiones del llamado nearshoring.

     De acuerdo con la última encuesta de Banco de México con analistas de bancos y casas de bolsa, la expectativa de un deterioro en el clima de negocios en el país para los próximos seis meses bajó de 67% en enero a 52% en febrero.

     Si bien todavía son mayoría quienes creen que el clima de negocios empeorará en el próximo semestre, el bloque de pesimistas cayó a su menor proporción desde julio del año pasado.

     Además, el porcentaje de analistas que cree que el clima de negocios en México permanecerá estable o igual subió a 39% en febrero y el grupo de los que creen que este panorama puede mejorar aumentó a un modesto 9% --su máximo nivel de los últimos tres meses--.

     Esta percepción de los economistas del sector privado coincide con lo observado en el último sondeo de Sentimiento del Mercado elaborado por sistema informativo Infosel y por el portal financiero Axis negocios, en donde 40.8% de los usuarios consultados dijo que el panorama para invertir en México es mejor que el año pasado y, en contraste, sólo 15.1% estimó que el escenario para las inversiones empeoró.

     Así, el optimismo sobre el panorama para las inversiones escaló a su mayor nivel y el grupo de los pesimistas cayó al mínimo desde que se pregunta esta variable, en mayo de 2021.

     Por último, el indicador global de opinión empresarial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía subió durante febrero a su mayor nivel en siete meses y cortó con una racha de un semestre de caídas.

    El anuncio altamente publicitado de la instalación de una ‘giga planta’ de fabricación de autos eléctricos de Tesla en Nuevo León, fue el último emitido por una serie de empresas que ven en México condiciones óptimas para mudar una parte de sus operaciones y así evitar los problemas de suministros que enfrentaron las cadenas productivas ante la pandemia de la covid-19.

     Esta reubicación hacia México se está dando pese a que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado reacio a destinar recursos públicos para beneficiar a empresas privadas. Incluso expresó oposición a que las nuevas inversiones lleguen a regiones donde pueden amenazar los recursos naturales de las poblaciones aledañas.

     Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla, “lo entendió perfectamente y hablamos de que sin esos subsidios las ventajas comparativas de México son únicas en el mundo”, dijo López Obrador, en su mensaje matutino del 28 de febrero, tras confirmar la llegada de Tesla al estado de Nuevo León, a cambio de realizar labores de mitigación de daños medioambientales.

     “Coincidimos y, repito, eso me dio mucho gusto, que el recurso principal de México es la calidad de sus trabajadores, la ética, la responsabilidad, la creatividad de los trabajadores mexicanos, y él coincidió plenamente”, agregó el mandatario. “Eso no se encuentra en otros lugares del mundo, la calidad de la fuerza de trabajo, de la mano de obra, el profesionalismo, la responsabilidad de los trabajadores mexicanos”.

     La llegada de Tesla, para analistas, es una muestra apenas del potencial que tiene el país para convertirse ahora en un punto de desarrollo de sectores como la nueva faceta eléctrica de la industria automotriz, que se beneficiaría, como muchas otras, de la cercanía con Estados Unidos --el principal destino de las exportaciones mexicanas gracias al tratado de libre comercio de América del Norte, conocido aquí como T-MEC.

     “La planta de Tesla representa 10% de nuestra captación total esperada de inversión extranjera directa proveniente del nearshoring y la inversión individual más grande en México”, escribieron economistas del banco estadounidense de inversión Morgan Stanley, en un reporte sobre la decisión de esa compañía de edificar una planta en el país. “Más allá de los números, es una prueba de concepto para los ecosistemas de fabricación y destaca el papel estratégico de México a medida que Estados Unidos se diversifica de China y se aleja de los combustibles fósiles”.

     Otros, como el banco español Santander, ya trabajan en generar un ecosistema que acompañe financieramente a las empresas que evalúen traer a México parte de sus operaciones. En una conferencia de prensa, la filial mexicana del mayor banco español dijo que ya tuvo contactos hasta con 300 empresas interesadas en aprovechar el impulso del nearshoring en México.

     Ciertos economistas han destacado que las ventajas comparativas que tiene México para aprovechar el fenómeno de la reubicación son únicas. Sin embargo, también reconocen que las autoridades tendrán que relajar algunas de sus políticas para permitir que se aproveche al máximo este posible boom.

     “Sin embargo, un desafío principal es su capacidad para satisfacer la creciente demanda de energía del país. Esto requeriría inversiones sustanciales por parte del gobierno, lo que a su vez implicaría préstamos que podrían resultar demasiado pesados para soportar”, dijeron analistas del banco de origen suizo UBS, en un reporte. “Por lo tanto, creemos que las asociaciones público-privadas jugarán un papel clave para ayudar a México a capturar la oportunidad emergente de los vehículos eléctricos”.

     Durante buena parte del año pasado, los analistas del sector privado daban por hecho que México experimentaría al menos una ligera recesión económica, de la mano de una desaceleración esperada en Estados Unidos por los efectos de la política monetaria más restrictiva de la Reserva Federal.

     Eso al final no ocurrió y México terminó con un crecimiento de 3.1% del producto interno bruto en 2022, superando los pronósticos del consenso, algo que podría repetirse de nuevo y que ya de hecho empezó a provocar un ajuste al alza de los pronósticos de los participantes del mercado.

     En esto, el sondeo mensual de Sentimiento de Mercado de Infosel y Axis negocios ya refleja el mayor optimismo económico, que empieza a permear a más empresarios, inversionistas y analistas.

     Por ejemplo, en el sondeo de este mes, 49% de los participantes respondió que sí veían un mejor panorama económico para 2023, o el mejor nivel de respuesta para esa pregunta desde mayo del año pasado, cuando Infosel comenzó a recabar ese sentimiento y un nivel de respuesta casi 10 puntos porcentuales superior al recabado en enero cuando 39.9% de los sondeados veía un panorama económico más favorable para este año.

     Claro que aún la mayoría --51%-- no espera una mejoría económica en los próximos 10 meses, aunque ese porcentaje es el menor desde mayo del año pasado y 8.9 puntos porcentuales inferior al de enero --60.1%.

     Para el año próximo, 57.7% espera que sí mejore el desempeño económico de México contra 42.3% que se mantiene pesimista sobre el futuro. El optimismo de febrero fue incluso superior al de enero cuando 55.7% veía un mejor panorama y 44.4% no tenía expectativas favorables.

 

*Eduardo García contribuyó en la elaboración de esta historia


Fecha de publicación: 03/03/2023

Etiquetas: Mexico economia clima negocios optimismo inversion