Monex releva a su auditor Deloitte México tras evaluación y a recomendación de su comité

5 de ago. (Axis negocios) -- Grupo Financiero Monex, un prestador de diversos servicios financieros en México, dio a conocer la destitución del despacho que realiza la auditoría externa de sus estados financieros a recomendación del Comité de Auditoría y Prácticas Societarias, una decisión que sucede de forma posterior a que otras instituciones financieras que otorgan préstamos de nómina presentaran fallos en su contabilidad.

     La decisión de sustituir al despacho Galaz, Yamazaki, Ruiz Urquiza, que en México representa al prestador de servicios profesionales más grande del mundo, Deloitte, como responsable de auditar los estados financieros de Monex fue tomada por el consejo de administración en la reunión del 28 de julio luego que el comité realizara una evaluación, de acuerdo con una carta de Jacobo G. Martínez Flores, director corporativo de jurídico del grupo financiero.

     Para relevar a Deloitte, Monex eligió al despacho KPMG Cárdenas Dosal, una contratación que se encuentra en proceso de ser formalizada.

     “Dicho Comité recomendó como una mejor práctica implementar una rotación no solo del auditor externo independiente, sino también del despacho que presta los servicios, esto con el fin de contar con una nueva visión”, dijo Monex en el documento publicado por las dos bolsas de valores de México.

     Si bien el grupo financiero con sede en Ciudad de México no comunicó ningún tipo de problema con su auditor o sus auditorías, el reemplazo sucede tras la evaluación anual que realiza el comité de Auditoría y a tres semanas de que Crédito Real, una empresa que se especializaba en otorgar créditos de nómina a trabajadores gubernamentales, diera a conocer que un juez ordenó su disolución y liquidación a raíz de los problemas financieros que presentaba y que su contabilidad no había registrado.

     Crédito Real reportó por años un balance financiero saludable. No obstante, a raíz de los errores contables reconocidos en 2020 por otro competidor Alpha Credit, surgieron muchas dudas de la calidad de la información reportada por la compañía y otras similares, también conocidas como “nomineras”. La incertidumbre se tornó en realidad cuando Crédito Real reconoció que la mitad del valor de su cartera de crédito había sido reconocida como intereses no pagados.

     Si bien Alpha Credit pudo acceder a una reestructura bajo la protección de la ley tanto en México como en Estados Unidos, Crédito Real perdió la confianza necesaria de sus inversionistas y acreedores para poder acceder a un financiamiento que le permitiera hacer frente a un bono de 170 millones de francos suizos que vencía a inicios de este año. 

     El no pago descadenó otra serie de problemas hasta que Crédito Real anunció hace unas semanas que un juez autorizó, no su proceso de reestructuración, como muchos esperaban, sino su liquidación.

     Monex es precisamente una de las empresas perjudicadas por Crédito Real y recién informó que pelea por que se le reconozca como acreedor.

     El común denominador tanto para Crédito Real como para Alpha Credit e incluso para otra sociedad financiera de objeto múltiple llamada Grupo Finmart --que adquirió Alpha Credit en 2016--, de acuerdo con The Wall Street Journal, es precisamente que su auditor fue Deloitte México.

     Claro que los problemas de contabilidad de otras empresas públicas auditadas por Deloitte México no se ciñen al mundo financiero.

     Aleática, la empresa operadora de vialidades de cuota en el centro del país, es otra de las empresas auditadas por Deloitte México que también ha visto cuestionada su contabilidad en los últimos años.

     Incluso, los principales directivos de esa empresa de concesiones, antes conocida como OHL México, fueron sancionados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) por la difusión de información financiera que incumplió con los criterios establecidos en normas internacionales.

     Además de la multa, impuesta a Aleática el año pasado, las autoridades bursátiles, ordenaron a la compañía modificar sus estados financieros de 2019 y 2020, así como el reporte anual de 2019, en los apartados relacionados a inversión en infraestructura recuperable a través de flujos futuros de peaje y porción del activo intangible recuperable a través de flujos futuros de peajes, que deberían ser registrados como activos intangibles; mientras que el apartado de déficit a cargo de la concedente debería dejar de registrarla como activo financiero.

     Este mismo año, en junio, Altos Hornos de México, la mayor siderúrgica del país, presentó una denuncia contra el auditor por presunto incumplimiento de contrato, desistimiento de estados financieros y la develación de información no autorizada.

     Deloitte informó en enero de 2020 que dejaría de dar servicio de auditoría a Altos Hornos, y aunque los motivos no fueron revelados, un informe del siguiente auditor de la compañía, PKF de México, reveló algunas de las anotaciones realizadas por Deloitte.

     Claro que en el caso de Altos Hornos fue el despacho contable el que primero manifestó su pérdida de confianza en la administración de la empresa controlada por la firma del empresario Alonso Ancira, un empresario que ha estado siempre bajo dudas por la forma como administra sus negocios. Altos Hornos dejó de pagar sus deudas por años, al tiempo que Ancira ha sido acusado de haber cobrado un sobreprecio a la empresa estatal Petróleos Mexicanos cuando vendió su unidad de fertilizantes Agro Nitrogenados a esa petrolera. Las autoridades mexicanas sospecha que Ancira logró esa venta a ese sobreprecio gracias a actos de corrupción al inteerior de Pemex.

     En contraste, en enero de hace dos años, Promotora y Operadora de Infraestructura, otro operador de autopistas de peaje también conocido como Pinfra, designó a Deloitte México para auditar sus estados financieros de 2021, luego de revocar el contrato que mantenía con Ernst & Young Mancera (EY) por incumplir con la entrega de la revisión de su contabildad.