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19 de abr. (Axis Negocios) -- La recuperación de la economía global de los efectos de la pandemia de covid-19, que de por sí resultó más lenta de lo esperado, enfrenta un nuevo reto en la guerra entre Ucrania y Rusia, por lo que su panorama ha vuelto a empeorar.
El conflicto armado en el este de Europa impactó directamente los principales problemas heredados por la pandemia, como son los precios de materias primas y energéticos, tanto por sus efectos directos como por las sanciones impuestas por países occidentales a Rusia.
A esto hay que sumar que los problemas de cadenas de suministro persisten, que la covid-19 continúa amenazante --como da testimonio China y sus confinamientos masivos-- y las dificultades que podrían derivar de un endurecimiento monetario agresivo que busca combatir la inflación, de acuerdo el reporte trimestral del Fondo Monetario Internacional (FMI), denominado World Economic Outlook (WEO), correspondiente a abril.
“Más allá de los impactos humanitarios inmediatos, la guerra retrasará severamente la recuperación global, ralentizando el crecimiento y aumentando aún más la inflación”, escribió en el informe Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico y director de investigación del organismo multilateral. “Los efectos económicos de la guerra se están extendiendo por todas partes, como ondas sísmicas que emanan del epicentro de un terremoto, principalmente a través de los mercados de productos básicos, el comercio y los vínculos financieros”.
Bajo ese panorama, el FMI redujo su estimado para el crecimiento de la economía global para 2022 de 4.4 a 3.6%, y también recortó su pronóstico para el crecimiento previsto para 2023 de 3.8 a 3.6%.
La revisión para el presente año llega luego que la institución también aminorara sus expectativas de actividad económica tanto en el informe que presentó en octubre de 2021 como en el de enero de 2022.
De manera general el Fondo espera que el crecimiento de la actividad productiva global se estabilice hacia 3.3% en el mediano plazo y, salvo algunas excepciones, los niveles de empleo y producción permanezcan debajo de las tendencias previas a la pandemia hasta 2026.
Claro que el panorama puede ser peor, pues los estimados del organismo parten de un escenario base en el que el conflicto bélico no saldrá de Ucrania, que las sanciones contra Rusia no sean más duras en el apartado energético y que los efectos de la pandemia continúen disminuyendo en el transcurso de 2022.
Todas esas directrices aún están cargadas de incertidumbre, por lo que algunos ven probable que los pronósticos vuelvan a modificarse.
“Más allá de las afectaciones que se manifiestan hasta ahora, la preocupación está en el riesgo de que puedan fortalecerse las tendencias actuales de debilidad en la producción y crecimiento de los precios, por lo que es posible que los pronósticos cambien fuertemente en los próximos meses”, escribió respecto del informe Marcos Daniel Arias Novelo, analista de Monex Casa de Bolsa.
Para las economías avanzadas la perspectiva fue recortada también tanto para 2022 (3.3%) como para 2023 (2.4%), en 0.6 y 0.2 puntos porcentuales, respectivamente, debido al impacto que representan las peores perspectivas para Estados Unidos y Europa.
“Estamos enfrentando un gran revés para la economía mundial, porque el impacto de la pandemia aún no ha terminado y, además, tenemos la invasión de Rusia a Ucrania, devastadora para las personas en Ucrania pero que también impacta a países cercanos y lejanos”, dijo en conferencia Kristalina Georgieva, directora general del FMI.
Sin embargo, el panorama para las economías en desarrollo es peor, de acuerdo con el FMI, por lo que los recortes de estimaciones fueron mayores, tanto para 2022 (de 4.8 a 3.8%) como para el próximo año (de 4.7 a 4.4%), siendo Rusia, con descensos para ambos años, el caso más destacado del grupo a raíz de los efectos en su economía tras la invasión y las sanciones que ha recibido.
Las economías emergentes enfrentan un escenario más complicado debido a que su apoyo fiscal para evitar la destrucción productiva y de empleos fue menor en los años previos, lo que también derivó en una más lenta vacunación.
Además, las naciones entran en desventaja al endurecimiento de política monetaria --que comenzó incluso antes que la guerra por las presiones inflacionarias-- puesto que los capitales irán hacia lugares más seguros que también elevarán sus tasas de interés, como Estados Unidos.
A ello hay que agregar, señala el FMI, que las naciones en desarrollo están en un punto en el que no pueden extender grandes ayudas a la población ante la subida de precios, después de los programas y mayor endeudamiento implementados durante la pandemia, lo que incluso podría derivar en mayor descontento social e inestabilidad.
Ante las presiones inflacionarias “las poblaciones vulnerables, en particular en los países de bajos ingresos, son las más afectadas”, escribió Gourinchas en el reporte. “En las economías de mercados emergentes y en desarrollo, los aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles podrían aumentar significativamente el riesgo de disturbios sociales”.
Para las economías desarrolladas el FMI aumentó 1.8 puntos porcentuales su estimado de inflación de 2022 a 5.7%, mientras que su estimado para los países en vías de desarrollo brincó 2.8 puntos porcentuales para situarse en 8.7%.
Dentro del grupo emergente, las perspectivas para México, la segunda mayor economía latinoamericana, fueron ajustadas por el Fondo de 2.8 a 2% para el presente año y de 2.7 a 2.5% para 2023.
Parte de ese recorte proviene de la peor perspectiva para Estados Unidos, principal socio comercial del país, aunque también afectan los factores globales como las atoradas cadenas globales de valor y las presiones de precios.
La disminución para México es más severa al considerar que el crecimiento estimado en octubre era de 4%, resaltó en su comentario Arias Novelo, de Monex Casa de Bolsa.
De cumplirse, un crecimiento así “pone en riesgo que la recuperación de los niveles precrisis se concrete incluso en 2023”, señaló el experto.
La inflación en México, según pronostica el informe de la institución, se mantendrá alta en 2022 para concluir en 6.8%, mientras que en 2023 se acercaría más al objetivo de Banco de México al reducirse a 3.9%.
Por otra parte, el Fondo no dejó de mencionar el combate al cambio climático y una estrategia más equilibrada contra la pandemia como prioridades que no deben ser dejadas de lado, incluso en tiempos inciertos.
En el tema medioambiental, el instituto llamó a cerrar la brecha entre los objetivos y las acciones realmente emprendidas como política pública, avanzar hacia un precio internacional del carbono e impulsar iniciativas de financiamiento para proyectos que busquen reducir los riesgos de catástrofes climáticas.
Fecha de publicación: 19/04/2022
Etiquetas: FMI economía perspectivas pronósticos México