La pandemia de covid-19 obligó a las empresas a echar a andar estrategias para mantener y, en algunos casos, aumentar su valuación, entre ellas una muy recurrida fue la recompra de acciones propias.

Quizás América Móvil, el gigante de las telecomunicaciones en América Latina, fue, y quiere seguir siendo, la que más provecho saque de esa fórmula.

No por nada, la compañía, controlada por el magante Carlos Slim, está en busqueda de la aprobación de sus accionistas para duplicar, por tercera vez en lo que va del año, el monto total del fondo de recompra de acciones de la compañía, a 51 mil millones de pesos, o dos mil 450 millones de dólares  --casi nueve veces la cifra inicial.

La petición llegará luego que ha hecho gran uso de esos recursos. De enero a junio, por ejemplo, adquirió 765.1 millones de acciones, que representan 1.2% de su capital; mientras que, para septiembre, había utilizado 86.9% de los recursos totales del fondo, cuyo límite actual es de 25 mil millones de pesos o mil 200 millones de dólares.

La fecha definitiva para conocer si contará o no con más recursos para comprar acciones es el 22 de noviembre, cuando se realizará una asamblea con sus propietarios, aunque es prácticamente seguro que la petición será aprobada por la participación de la familia Slim de más de 55% en la compañía.
 

La decisión de Médica Sur, una de las principales compañías de servicios médicos y hospitalarios en México, de crecer su participación en el mercado de los diagnósticos clínicos parece haber finalizado.

Cinco años después de iniciar esa aventura con la compra de la cadena Laboratorio Médico Polanco, la empresa de servicios de salud logró concretar la venta de esa compañía a una filial de la empresa alemana especializada en ese mercado, Synlab International. El precio de salida fue de mil 250 millones de pesos (60.4 millones de dólares), inferior al que pagó la empresa cuando compró la cadena en mil 700 millones (93 millones de ese entonces).

La transacción es muestra del atípico año vivido por Médica Sur --y otras compañías del sector salud--, las cuales vieron un boom en la demanda de algunos servicios a raíz de la pandemia de covid-19, al mismo tiempo que otros de sus negocios, entre ellos el diagnóstico clínico --salvo la parte relacionada con la detección de coronavirus-- sufrieron ante el menor ritmo de atención de sus clientes por el retraso que muchos decidieron tomar frente a problemas menores de salud a fin de evitar el contagio de la covid-19.

La venta también significa el fin de meses de incertidumbre sobre un negocio que llevó a Médica Sur a contratar la asesoría de Grupo Financiero Santander y de la casa de bolsa de Grupo Bursátil Mexicano (GBM) para buscar alternativas.

Si bien desprenderse de Laboratorio Médico Polanco --con 102 sucursales-- supone perder gran terreno en el mercado de diagnóstico clínico, Médica Sur continúa en él, aunque en menor escala, con sus marcas Laboratorios Médica Sur y Laboratorios Ruiz.
 

Tras bloqueos prolongado a las vías férreas michoacanas, que incluso llevaron al máximo ejecutivo de Kansas City Southern (KSC), a escribir una carta al secretario de Hacienda y Crédito Público solicitándole intervenir, la empresa ferroviaria estadounidense opera ya en esa entidad con normalidad.

Los miembros del sindicato disidente de maestros, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que solicitaban el pago de sus salarios atrasados, decidieron levantar sus bloqueos en los tramos cercanos a las ciudades de Uruapan y Pátzcuaro tras 91 y 37 días ocupando, respectivamente,.

Claro, para terminar la protesta, la Secretaría de Hacienda, quizás por la carta del directivo de KCS, tuvo que entregar los fondos faltantes para el pago de los salarios atrasados.

Con eso, los maestros liberaron las vías. Ahora quizás venga lo más difícil, luego de que KSC dijo que trabaja a marchas forzadas para normalizar sus operaciones y agilizar el movimiento de mercancías retrasadas, entre ellas combustóleo de la empresa estatal, Petróleos Mexicanos, y autos de diversas compañías automotoras ubicadas en el país.
 

Para muchos los servicios de televisión por streaming resultaron esenciales para sobrevivir los encierros de la pandemia. Toca ahora el turno a sobrevivir un mayor costo --al menos en México.

Netflix, el mayor proveedor de esos servicios audiovisuales bajo demanda, ya reveló que sus suscriptores en el país deberán pagar más para poder seguir gozando de sus películas, series y documentales bajo demanda.

A partir de este mes, los usuarios del servicio estándar de Netflix, o para dos dispositivos, deberán pagar 219 pesos al mes, o 23 pesos más que la tarifa mensual anterior de 196 pesos; es decir, un aumento de 11.7%.

En cuanto al servicio premium, para cuatro dispositivos, el precio pasó de 266 a 299 pesos, o un incremento de 33 pesos o 12.4%.

En dólares, el servicio de Netflix en México es ahora de 10.5 para el standard y 14.4 para el premium.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.