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12 de ene. (Axis negocios) -- La inflación en México no cederá tanto como esperan los mercados y las autoridades monetarias del país durante 2024, ante la persistencia del componente de servicios, la política fiscal procíclica del gobierno y otros riesgos, estimaron economistas de Bank of America Securities (Bofa) y Citigroup.
El pronóstico de Bofa para la inflación general al cierre de este año se ubica en 4.7% y de hecho es el más alto entre las mesas de análisis consultadas en la última encuesta de expectativas de Citibanamex. De cumplirse esta proyección, el índice de precios sería ligeramente más alto que en diciembre de 2023, cuando ascendió a 4.66% interanual.
Por su parte, Citibanamex es un poco más optimista y espera una inflación de 4.3% a finales de año, pese a que su pronóstico para el índice subyacente --o aquel que no contempla las variaciones en productos altamente volátiles-- supera al de Bofa (4.47 contra 4.36%).
En ambos casos, las estimaciones están alejadas de la meta de 3% que persigue Banco de México e incluso se ubican fuera del rango de tolerancia permitido por el Instituto Central, que va de 2 a 4%.
La autoridad monetaria prevé que la inflación regresará a su intervalo meta en el tercer trimestre e incluso concluirá el año en 3.5%, muy por debajo de lo que proyectan Citi y Bofa, de acuerdo con los pronósticos que compartió en su última decisión de política monetaria. En general, los miembros de la Junta de Gobierno consideran que el proceso desinflacionario está avanzando en el país, aunque reconocen que el panorama aún es desafiante y por eso mantienen un tono de cautela.
“En nuestra estimación, la inflación no se ubicaría dentro la banda de Banco de México hasta la segunda mitad de 2025”, dijo Ernesto Revilla, economista en jefe para Latinoamérica de Citigroup, durante el Seminario de Perspectivas Económicas organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. “La verdad incómoda es que 2024 va a ser el quinto año en que no llegamos a la meta de inflación, y si vemos el promedio desde 2001 --cuando empezó el régimen de objetivos--, este es de 4.2% para la general y de 4.6% para la subyacente”.
Entre los riesgos que ven los expertos está la persistencia del componente de servicios, pues desde su perspectiva seguirá planteando numerosas presiones durante los siguientes meses y podría complicar la desaceleración del índice general. Dicha categoría incluso aceleró en las últimas lecturas, al pasar de 5.28 a 5.33% interanual entre noviembre y diciembre del año pasado.
A esto se suma la política fiscal procíclica que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ejecutará este año, con un déficit previsto de 4.9% --el mayor en más de tres décadas--, lo que a su vez podría complicar la labor de control de precios.
“Es una política fiscal bastante procíclica con tasas de intereses que son las más altas en muchos años”, dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bofa, durante su participación en el seminario. “Eso genera hacia adelante un riesgo importante, porque si las tasas de interés se quedan altas por más tiempo, pueden tener un impacto negativo importante en países que estén abriendo la parte fiscal, como México, sobre todo cuando lo hacen de una forma tan amplia”.
Si bien los economistas vislumbran un escenario de precios persistentemente elevados, sus pronósticos también contemplan que el Banco Central recortará agresivamente las tasas durante 2024, por un total de 275 puntos base para Citi y 250 para Bofa, pese a que la Junta de Gobierno ha dejado entrever que sus ajustes serían graduales y no necesariamente consecutivos por los retos que plantea la inflación.
Citi justificó esta postura porque, al menos en la práctica, cree que Banco de México perseguirá un objetivo de inflación más cerca del 4 que del 3%. Además, reconoció que la tasa se encuentra en terreno sumamente restrictivo y, de no bajarla antes de junio, la Junta podría enfrentar un entorno más volátil en la segunda mitad del año por temas electorales.
“Nos parece que si no se hacen los recortes pronto --en marzo o en el segundo trimestre del año--, está el riesgo de que, por la volatilidad de la elección no tanto en México sino en Estados Unidos, se vaya la ventana de oportunidad para empezar a recortar”, dijo Ernesto Revilla.
Otros advierten que el Banco Central no tendrá espacio para tantos recortes, incluso aunque la tasa ya sea muy restrictiva, a menos que la inflación baje más rápido y la actividad económica se desacelere más de lo previsto.
“A diferencia del consenso de mercado, que ve una tasa de fondeo de 9.25% a finales de este año, nosotros creemos que debería estar en 10.25%”, dijo Víctor Ceja, economista en jefe de Valores Mexicanos o Valmex, en conferencia de prensa esta semana. “Nos parece que los mercados están muy optimistas respecto a los niveles de la tasa de fondeo”.
El experto agregó que los miembros de la Junta han estimado una tasa real mínima de 6% para el control de la inflación y, de acuerdo con sus cálculos, dicha tasa solo se alcanzaría al cierre de 2024 con un interés objetivo cercano al 10.25% que proyecta Valmex.
La institución prevé que el índice de precios se ubicará ligeramente por encima del rango de tolerancia del Banco Central en diciembre, con una estimación puntual de 4.05%.
La Junta ha mantenido la tasa de referencia en 11.25% por seis reuniones consecutivas desde mayo de 2023, un máximo no visto desde que la adoptó como principal instrumento de política monetaria en 2008.
El consenso de analistas espera que el Instituto Central aplique un primer recorte de 25 puntos base en marzo y que la lleve a 9.25% en diciembre, de acuerdo con la encuesta de expectativas de Citi.
Fecha de publicación: 12/01/2024
Etiquetas: inflación México tasa Banxico Bofa Citi economía