Albo: las oportunidades en el mundo fintech

Para Albo, una aplicación que permite recibir y transferir dinero, existe una oportunidad de cubrir necesidades que no son atendidas por los grupos financieros tradicionales en el mercado mexicano.

     Ángel Sahagún, director y fundador de Albo, cuenta que la fintech precisamente nació en 2016 después de ver que había una necesidad en el país de contar con una entidad financiera digital y eficiente.

     En mayo de este año, la compañía obtuvo la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para operar como una Institución de Fondos de Pago Electrónico (IFPE) bajo el paraguas de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech.

     A la fecha, Albo tiene más de dos millones de clientes, a quienes ofrece productos financieros de débito, crédito, ahorro y otros más, de acuerdo con datos de la misma empresa.

     Sahagún platicó con Axis negocios sobre los inicios y planes de la compañía, así como del camino que ha recorrido como emprendedor en el mundo de las fintech.

¿Qué te hizo iniciar este negocio?

Cuando tenía 19 años, vivía una situación financiera personal muy difícil, lo que me llevó a endeudarme y tomar malas decisiones. Por ello es por lo que tuve que aprender sobre finanzas personales y ahí descubrí que millones de personas tienen problemas con su dinero todos los días. Es así como me propuse ayudar a que cualquier persona tenga finanzas sanas.

     Esto me llevó a que a los 20 años creara mi primera startup llamada MoneyMenttor, que era una app de gestión de gastos. Luego fundé mi segunda fintech, que era una empresa de software para entidades financieras, donde aprendí por qué los bancos son tan ineficientes y dan un mal servicio al cliente.

     Al final me di cuenta de que México necesitaba un nuevo tipo de entidad financiera, que fuera digital, eficiente y que realmente se preocupara por sus clientes. Es de esta forma que nace Albo. Hoy tenemos más de dos millones de clientes, siendo el principal emisor de tarjetas de débito en México, ofreciendo múltiples productos financieros (débito, crédito, ahorro, entre otros) que ayudan a que nuestros clientes tengan mejores finanzas.

Sabiendo lo que sabes ahora, ¿qué hubieras hecho diferente?

Empezar antes.

¿Qué retos tuviste que superar y cómo?

Crear nuestro primer producto, convencer a los reguladores de que un modelo de banca 100% digital es posible, lograr product market-fit, escalar a miles de clientes y convertirnos en una entidad financiera regulada. Creo que la mejor forma de abordarlos es no perder nunca de vista la gran misión que es hacer que todas las personas en este país tengan finanzas sanas.

¿Cómo se diferencia tu negocio con respecto a la competencia?

Lo más importante es que realmente estamos enfocados en ayudar a que nuestros clientes tengan una vida financiera más sana y libre. Nuestros pilares son:

-Tecnología innovadora: contamos con tecnología propietaria que nos permite movernos más rápido, con una operación 100% digital que no necesita de sucursales, lo cual representa un menor costo para nuestros clientes.

-Diseño de productos: contamos con features y productos únicos en el mercado como ahorro automático a través de redondeo de compras, categorización personalizada de gastos que permite conocer a dónde va cada peso, y mucho otros, enfocados en mejorar la calidad de vida financiera.

-Atención personalizada en todo momento: en menos de cinco minutos apoyamos a todos nuestros clientes.

Con persistencia. Te van a decir muchos “no” antes de que llegue el “sí”. Hemos sido muy afortunados por encontrar inversionistas que creen en la visión de Albo.

¿Qué estrategias utilizaste para comercializar tu producto al inicio?

La mejor estrategia fue enfocarnos en desarrollar productos que realmente agregan valor a nuestros clientes. Trazamos el comportamiento de nuestro cliente objetivo y con esto desarrollamos los componentes que a los clientes de Albo más le benefician. Por ejemplo, la mayoría de nuestros clientes ya tenían una cuenta de banco previa a Albo y estaban a disgusto. En este segmento fue clave darles una mejor experiencia y un mejor control de su dinero. Para el 20%-30% de nuestros clientes, Albo es su primera tarjeta. Resulta muy complejo llegar a este segmento porque tienes que ofrecer una solución que brinde las ventajas de una cuenta bancaria y acceso a servicios digitales, pero también las ventajas del efectivo. En este sentido, Albo es cash friendly y esto ha sido un gran diferencial.

¿Cuánto tiempo te tomó empezar a tener éxito?

El éxito no es un destino sino un camino que transitas todos los días. Cada quién tiene una definición diferente del éxito. Elige la que más te haga sentido y disfruta el camino.

¿Qué es lo que le dirías a alguien que está tratando de emprender?

Que se lancen, el mejor momento es ahora. No esperen a saberlo o tenerlo todo, a que sea el momento correcto o a tener el producto perfecto.

¿Cuál es tu siguiente reto, en qué estás trabajando ahora?

En escalar Albo ofreciendo una variedad extensa de productos financieros que permitan solucionar cualquier problema financiero que tengan nuestros clientes.

¿Qué libro o película te cambió la vida?

Varios libros:

El mundo y sus demonios, de Carl Sagan.

Spiritual Enlightenment: The Damnedest Thing, de Jed McKenna.

The Blank Slate, de Steven Pinker.