México será uno de los 10 países más golpeados por la pandemia de covid-19, dicen analistas, pero a pesar de ello el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha insinuado, ni planea dar un apoyo fiscal a las empresas para que afronten la parálisis económica que lleva más de medio año en el mundo.

Ello ha mermado la confianza de los inversionistas, pues a pesar de que las valuaciones de la bolsa tienen un buen descuento y de que la tasa de interés de referencia sea de las más altas entre las economías emergentes, no son suficiente incentivo para volver sexys a las acciones mexicanas.

De ahí que los flujos de capital extranjero a la renta variable local han sido los más bajos en siete años, pero el saldo de dichos capitales ha mostrado una recuperación desde el socavón vivido en marzo, cuando el covid-19 fue declarado pandemia y frenó la actividad económica mundial.

He ahí porque los analistas han dicho que solo la llegada de una vacuna contra covid-19, que impulse el desempeño externo, será lo que cause un efecto de arrastre a la economía de México, pues se ha perdido toda esperanza que el gabinete de López Obrador deje sus proyectos emblema para dar apoyo a las empresas ya establecidas.
 

La actividad industrial del país creció 6.9% a tasa mensual desestacionalizada durante julio, por arriba de lo esperado por los analistas e impulsada por un buen desempeño de las manufacturas.

De esta manera, la producción va camino a recuperar las pérdidas que ocasionó la pandemia de covid-19, algo que en buena medida depende de la duración y de la magnitud de la enfermedad, tanto en México como en Estados Unidos.

En su comparación anual, la producción sumó un nuevo descalabro al caer 11.3%, en cifras originales, con lo que sumó casi año y medio de contracciones. La caída fue menor que la esperada por analistas.

Ahora, los economistas dudan si este sector mantendrá la fortaleza en los siguientes meses, algo que depende de controlar la pandemia.

Pese a la oposición de importantes líderes de opinión latinoamericanos, Donald J. Trump se salió con la suya.

El sábado la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, o BID, nombró a Mauricio Claver-Carone, un asesor del mandatario estadounidense para hacerse cargo de esa institución multilateral por los próximos cinco años.

Con eso, la dupla Trump-Claver-Carone rompen la regla no escrita que un latinoamericano dirigiera el BID. Al menos eso había ocurrido desde la fundación del banco hace seis décadas.

Claver-Carone celebró su elección y dijo que trabajará para el beneficio de Latinoamérica y El Caribe.

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.