¿Qué pasó?

El fabricante de productos petroquímicos Alpek salió de compras por segunda ocasión desde el inicio de la pandemia de covid-19, en esta ocasión para adquirir al productor de lámina y resina omaní PET Octal Holding, en una operación valuada en 620 millones de dólares.

Los detalles

La adquisición, que aún requiere de aprobaciones regulatorias, permitiría a la filial del conglomerado mexicano Alfa ampliar de manera considerable su capacidad instalada --alrededor de 12% más respecto a la actual-- en mercados estratégicos, como el de Estados Unidos, aunque también en otros hasta ahora no explorados por Alpek, como Omán y Arabia Saudita.

A nivel financiero, la compra tendrá un impacto de 135 millones de dólares en el flujo operativo de la compañía, alrededor de 22% del flujo comprable del último año, eso sin contar con las sinergias que derivarían una vez concretada la operación.

Las implicaciones

La compra, la primera de Alpek desde planta de reciclaje y peletización de PET de CarbonLite Recycling en junio de 2021, pone evidencia en dos de los principales intereses de la compañía para su negocio: reducir sus costos de producción y aprovechar las oportunidades generadas por la cada vez mayor demanda de empaques reciclables y que permitan a sus clientes alcanzar sus metas de gobierno ambiental, social y corporativo, o ESG.

Las metas de sostenibilidad son cada vez más importantes a la hora de hacer negocios, por lo que incluso la firma de petroquímica también ha reforzado sus objetivos en dicho rubro, entre ellos el de incrementar su capacidad de reciclaje de botellas PET a 300 mil toneladas métricas al año para 2050.

Para Alpek, la operación llega en un momento en los que los resultados en el transcurso de 2021 --y cuyos datos del cuarto trimestre serán informados este mes-- le permiten concretarla sin representar mayores riesgos para sus finanzas.

Todo ello mientras su matriz Alfa ha dicho que no tiene prisa en concretar la escisión de su negocio petroquímico, tal como lo hizo con el de autopartes, Nemak.
 

La noticia

Luego de semanas de espera, el plazo finalmente se cumplió y los más de seis mil trabajadores de la automotriz estadounidense General Motors deberán elegir a su nuevo representante sindical en el complejo de Silao, a algunos meses de marcar un parteaguas en el marco del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, o T-MEC.

Los detalles

Los empleados culminarán la noche de este miércoles la votación --que arrancó en las primeras horas del martes-- para elegir, de entre cuatro candidatos, a la organización que estará encargada de negociar con la empresa su contrato sindical, concluyendo un proceso que inició en abril de 2021 y que implicó el retiro de la titularidad del contrato a la organización adscrita a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) que la ostentó por años.

Para ello, las autoridades laborales desplegaron un equipo de observadores externos al proceso, y que incluye a personal de instituciones como el Instituto Nacional Electoral y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

¿Qué representa?

La celebración de los comicios para la elección de un nuevo sindicato es uno de los últimos pasos a uno de los procesos laborales más vigilados de la historia del país, incluso por los mayores representantes sindicales de Estados Unidos y Canadá-

También fue la oportunidad para poner en funcionamiento el mecanismo de respuesta laboral incluido en el acuerdo comercial entre las tres naciones, diseñado especialmente para atender este tipo de descensos.

Por si fuera poco, para las autoridades laborales mexicanas --la Secretaría del Trabajo y Previsión Social-- es continuar bajo los reflectores luego de un polémico proceso de renovación de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), una de las organizaciones gremiales de mayor poder en el país, en el que resultó electo Ricardo Aldana, cercano al anterior líder del gremio, Carlos Romero Deschamps, señalado por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
 

¿Qué sucede?

Cemex, la cementera más grande de América, realizó una inversión en HiiROC, una startup que le permitirá impulsar su capacidad de inyección de hidrógeno en sus operaciones de cemento mientras reduce el consumo de combustibles fósiles.

La operación forma parte de los esfuerzos de la cementera para transitar hacia combustibles alternos como parte de la meta de ser una empresa de cero emisiones netas para 2050.

¿Qué significa?

HiiROC es una empresa con sede en el Reino Unido fundada en 2019 que desarrolló una tecnología para convertir biometano, gas residual o gas natural en hidrógeno a un costo menor en comparación con otras soluciones y sin huella de dióxido de carbono.  

Esta no es la primera inversión de Cemex para cumplir sus metas de descarbonización, en agosto del año pasado, la compañía invirtió en Carbon Clean Solutions Limited, una empresa que implementó una técnica nueva de captura de carbono.

¿Cuál es la relevancia?

Cemex realiza estas inversiones en medio de sus esfuerzos para mejorar su balance y obtener el grado de inversión ante calificadores, que también evalúan criterios en materia ambiental, social y de gobernanza (ESG).
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.