Los problemas parecen no tener fin para Interjet. La aerolínea sumó ahora un nuevo frente que involucra a la financiera Crédito Real.

La que alguna vez fuera una de las principales aerolíneas del país, acusó a la prestamista de créditos de nómina y empresariales de excluir de manera deliberada al presidente de su consejo de administración, Alejandro del Valle, del acuerdo alcanzado con el exbanquero Carlos Cabal Peniche.

Esa negociación significó el desistimiento de la denuncia por fraude que Crédito Real interpuso en contra de Cabal y su esposa por el incumplimiento en el pago de un préstamo que le había otorgado. Sin embargo, Del Valle, quien aparentemente fungió como deudor solidario, quedó fuera del acuerdo.

Eso provocó que las autoridades fiscales mexicanas detuvieran al empresario a principios de septiembre por fraude. Del Valle está así preso en el Reclusorio Sur.

Para Interjet, que dirige el hijo de Del Valle, la omisión de Crédito Real contra su presidente, además de esfumar el optimismo externado días antes sobre la pronta liberación del empresario, parece, dijo, tener como objetivo entorpecer la reestructuración de la aerolínea.

Interjet que ya padecía una delicada situación financiera hace un par de años por diversas decisiones de sus anteriores dueños, se vio duramente golpeada por la pandemia de covid-19 el año pasado, que frenó de lleno los viajes por turismo y de negocios en el país y otras naciones. 

El panorama para la aerolínea, que dejó de volar en diciembre del año pasado, no es nada sencillo. Además de adeudos millonarios a varios acreedores --incluido el gobierno-- se suma ahora la orden de pagar a los trabajadores, los cuales iniciaron una huelga desde los primeros días del año, con el riesgo de ser embargada si incumple con esas obligaciones.

Así, todo indica que a pesar de unos días de cierta calma, la turbulencia está lejos de terminar para Interjet.
 

Una nueva empresa mexicana se sumó a la lista de emisoras que, agobiadas por sus problemas financieros, deciden acudir a la protección de la legislación estadounidense, en específico al famoso Chapter 11 de la Ley de Quiebras de esa nación.

Ahora tocó el turno a Grupo Posadas, el mayor operador de hoteles del país y cuya decisión era muy anticipada, no solo para obtener el respaldo de sus accionistas, sino principalmente de los tenedores de bonos, a fin de que en breve pueda presentar un plan de reestructura.

De hecho, la cadena hotelera dejó ver su optimismo con su decisión, no solo porque el proceso le permitirá aliviar sus finanzas y operaciones de manera instantánea y que fueron fuertemente agobiadas por la pandemia de covid-19 el año pasado, sino porque gana tiempo y un método para poder salir delante de la difícil situación que enfrenta.

El objetivo de la compañía es el de concluir el proceso de reestructura de sus adeudos y de su capital en 60 días, algo que confía lograr gracias a un preacuerdo que ya alcanzó con algunos de sus principales acreedores.

El caso será llevado por el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York, el mismo encargado del actual proceso de reestructura de la aerolínea, AeroMéxico, que ya está en su recta final.

Además de la compañía de aviación, otra empresa que solicitó acogerse al Capítulo 11 es la minorista Famsa, al mismo tiempo que recientemente la siderúrgica Altos Hornos de México externó la posibilidad de que su principal subsidiaria, Minera del Norte, siga los pasos que le brinda el Chapter 11.
 

Carlos Hank González, quien preside al Grupo Financiero Banorte, no se anduvo por las ramas y pidió a sus colegas banqueros montarse en la ola global contra el cambio climático.

En un foro virtual organizado por la Cámara de Comercio Internacional, el hombre de negocios dejo en claro su postura ante el calentamiento global: debemos hacer más para revertirlo.

Inluso, Hank González dijo que la banca en México debe cambiar el flujo del capital hacia proyectos que sean sustentables y positivos al medio ambiente, además de que se  deben ayudar los estudios y las investigaciones para combatir esta problemática.

Las palabras que uso el banquero fueron: acelerar, cambiar, abordar y contribuir a los proyectos que recuperen el daño al medio ambiente y lo beneficien en el futuro. En ese sentido dijo que la institución financiera que él preside ya incluye un fondo de inversión en proyectos sustentables y cuenta con un sistema para valorar los riesgos socioambientales a fin de descartar con él propuestas que representen posibles riesgos al medio ambiente o a las comunidades.
 

La empresa de minibodegas para autoalmacenaje, Fibra Storage, quiere al parecer replicar lo que ha logrado en la capital del país en otras ciudades de México. Si bien eso lo piensa hacer de forma orgánica, no está tampoco peleada con la estrategia de crecer vía adquisiciones.

Hoy, la compañía anunció que acordó comprar a su competidor Guardabox para hacer de forma instantánea, cuando cierre la transacción, de cinco sucursales de esas minibodegas, pero que están ubicadas en las ciudades de Guadalajara y San Luis Potosí.

Storage anunció que desembolsará 103 millones de pesos, unos 5.1 millones de dólares, para hacerse de esos activos.

La empresa entregará en efectivo a los propietarios de Guardabox cerca de 70% del precio, o unos 72.1 millones de pesos (3.6 millones de dólares); mientras que el resto lo pagará con sus acciones, o Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios, que actualmente tiene en su tesorería.

Por lo que se refiere a la marca Guadabox, la fibra dijo que planea preservarla ante su buen posicionamiento en Guadalajara y San Luis Potosí.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.