Los problemas en el suministro de mercancías, derivados de la pandemia de covid-19, amenazan con amargar la temporada de ventas decembrinas, la más importante del año, y El Puerto de Liverpool, la mayor cadena de tiendas departamentales del país, lo sabe.

La compañía puso manos a la obra para acelerar sus órdenes de computadoras, celulares y laptops, productos de alta demanda en la recta final del año y cuya producción ha sido perturbada por la escasez de semiconductores que permea desde los primeros días de 2021.

Las medidas de la cadena departamental son una muestra más de que si bien los estragos por la falta de chips está descarrilando, más que a nadie, a la industria automotriz, otras no están exentas de verse inesperadamente impactadas.

Un panorama que tampoco generas grandes esperanzas para Liverpool es insospechadamente el de artículos como calzado y ropa deportiva de grandes marcas, como Nike o Adidas. El problema no es la falta de piezas tecnológicas, sino que algunos países de Asia, en donde se produce gran parte de esos bienes. han visto interrumpida su capacidad productiva ante el rebrote de contagios, principalmente en fábricas.

Ante ello, a Liverpool no le quedó más que ser honesta con sus inversionistas hoy al decir que estima hasta un 30% menos productos para final de año, algo que podría dar como resultado una amarga navidad para ella y sus consumidores.
 

La historia no es nueva, pero sí repetida. América Móvil, el gigante de las telecomunicaciones en América Latina, volvió a decir, como lo ha hecho en los últimos trimestres, que está más que lista para lanzar su red 5G en México.

Pero de nuevo, los ejecutivos de la empresa declinaron, durante su conferencia telefónica para revisar los resultados del tercer trimestre, aclarar cuándo contemplan encender la muy esperada red 5G.  

No es que la compañía controlada por la familia Slim no tenga ni los recursos ni la capacidad para echarla a andar. De hecho, ese tipo de red con mayor calidad y rapidez, ya la opera la empresa en otras naciones como Colombia y Brasil, pero no en su país de origen.

Aunque para muchos Grupo Carso está en el ojo del huracán tras el derrumbo de una parte del tramo elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, la compañía reafirmó hoy que ayudará no sólo con la reparación de la parte colapsada, sino con el reforzamiento de lo que a ella le tocó construir, que fue el trayecto elevado de esa línea.

Claro que la empresa también dejo en claro, a pesar de las sospechas que ha generado la edificación que realizó de la parte daña, que su participación en esas tareas de reconstrucción no debe ser interpretada como una declaración de culpabilidad.

La caída de la trabe previa a la llegada a una estación de esa línea del Metro dejó un saldo de 26 personas muertas y un gran malestar social por la falla estructural de esa obra de infraestructura.

La declaración de Carso, también controlado por la familia Slim, no dejó de llamar la atención, más cuando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México dijo hace unos días que cuenta ya con los elementos necesarios para imputar a las personas y empresas responsables de los errores que provocaron el desgarre de una parte de la Línea 12 al momento en que pasaba el convoy del Metro y llegaba a la estación.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.