El sindicato estadounidense dijo en una carta que está investigando las obligaciones contractuales para las tarifas de fabricación de camiones en la planta de Lehigh Valley Operations (LVO) y las posibles ramificaciones legales de la decisión de Volvo de instalar una planta en México. Foto Facebook/VolvoTrucksNorthAmerica
El sindicato estadounidense dijo en una carta que está investigando las obligaciones contractuales para las tarifas de fabricación de camiones en la planta de Lehigh Valley Operations (LVO) y las posibles ramificaciones legales de la decisión de Volvo de instalar una planta en México. Foto Facebook/VolvoTrucksNorthAmerica

Los planes del fabricante sueco de vehículos Volvo Group, de instalar una nueva planta de vehículos pesados en México, como parte de su estrategia para abastecer el mercado de América del Norte, causó descontento entre los integrantes del mayor sindicato automotriz de Estados Unidos.

     United Auto Workers (UAW), la organización sindical que representa a más de 150 mil trabajadores de la industria, dijo estar “extremadamente decepcionado” de la decisión del fabricante, que posee dos plantas de camiones en territorio estadounidense.

     “Esto es una bofetada para todos nosotros”, dijo Tim Hertzog, presidente local del sindicato, en una carta en la que externó que la compañía decidió informar a sus trabajadores de la planta localizada en Pensilvania 15 minutos antes de hacer la publicación.

     “Nuestro liderazgo local ha estado trabajando estrechamente con funcionarios del gobierno local y estatal para construir una planta de última generación en Lehigh Valley”, agregó el representante sindical en la misiva.

     Volvo anunció la próxima instalación de una planta en territorio mexicano, la primera de vehículos pesados pues ya cuenta con una dedicada a la fabricación de autobuses en Tultitlán, Estado de México.

     La empresa tampoco compartió con el sindicato más detalles del proyecto, más allá de la información revelada previamente sobre la extensión de 1.7 millones de pies cuadrados destinados a la producción de vehículos convencionales de servicio pesado para las marcas Volvo y Mack y la fecha de inicio de operaciones en 2026.

     Para Volvo, una nueva planta en México le permitirá complementar la producción que el grupo posee ya en Estados Unidos y Canadá, mercados donde comercializa sus vehículos de las marcas Volvo y Mack, al tiempo que permitirá respaldar las ventas de ésta última dentro del país y América Latina.

     Además, reiteró que el grueso de su producción se mantendría en Pensilvania, al noreste de Estados Unidos y donde arma el modelo LVO de Mack; así como en Virginia, al sureste del país, está destinada al modelo NVR de Volvo. Para ambos centros, la compañía ha destinado 553 millones de dólares en los últimos años.

     La disconformidad del sindicato podría no ser cosa menor. En septiembre, UAW estalló la mayor huelga en la historia del sector al involucrar a las tres principales compañías automotrices del país --General Motors, Ford y Stellantis-- en un intento por mejorar las condiciones de sus trabajadores afiliados.

     La huelga se extendió a finales de noviembre y prendió las alertas en algunos, quienes apuntaron que los costos laborales derivados de los acuerdos laborales --que contemplaron incrementos salariales y de prestaciones superiores a los ofrecidos inicialmente por las empresas-- podrían ponerlos en desventaja frente a otras armadoras que no cuentan con personal sindicalizado.

     Por lo pronto, el sindicato estadounidense dijo en la misiva que está investigando las obligaciones contractuales para las tarifas de fabricación de camiones en la planta de Lehigh Valley Operations (LVO) y las posibles ramificaciones legales de la decisión de Volvo de instalar una planta en México.

 



Fecha de publicación: 12/04/2024

Etiquetas: Sindicato UAW EUA planta Volvo Mexico