Fisker, la startup de autos eléctricos, se prepara para una posible bancarrota

Fisker, la startup de vehículos eléctricos, ha contratado asesores de reestructuración para ayudarla con una posible declaración de quiebra, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.

     Fisker, que recientemente advirtió que corría el riesgo de quedarse sin efectivo este año, contrató al asesor financiero FTI Consulting y al bufete de abogados Davis Polk para trabajar en una posible solicitud de bancarrata, dijeron las personas. La compañía automovilística informó el mes pasado que tuvo 273 millones de dólares en ventas en 2023 y más de mil millones de dólares en deuda.

     En febrero, Fisker emitió una llamada de advertencia en el sentido de que su funcionamiento presentaba “dudas sustanciales” en torno a su capacidad para permanecer como un negocio viable. La compañía dijo que estaba negociando para recaudar efectivo adicional de inversionistas y buscando un nuevo socio de fabricación en Estados Unidos.

     Fisker y FTI Consulting declinaron hacer comentarios, mientras que Davis Polk no respondió de inmediato.

     Las acciones de Fisker caían más de 48% al inicio de la jornada.

     La compañía con sede en Manhattan Beach, California, retrasó a finales de febrero la publicación de sus resultados financieros completos del año pasado porque carecía de un número suficiente de profesionales contables experimentados, de acuerdo con un documento regulatorio.

     Fisker forma parte de una cohorte de nuevas empresas de vehículos eléctricos que alguna vez tuvieron un alto vuelo y que se hicieron públicas a principios de la década, muchas de ellas a través de empresas de adquisición con fines especiales, o SPACs, que ayudaron a acelerar su debut en el mercado. Su ascenso también coincidió con un aumento del entusiasmo de los inversionistas por las empresas que potencialmente podrían seguir los pasos de Tesla e ingresar a la altamente competitiva industria automotriz.