México retoma propuesta de comprar concesión de Vulcan en Quintana Roo

13 de jul. (Axis negocios) -- El gobierno de México retomó la idea de adquirir la concesión que posee la productora de materiales estadounidense Vulcan Material Company, a través de su filial Calica, en el estado de Quintana Roo, algo que planteó por primera ocasión en medio de la confrontación que mantiene con esa empresa desde el año pasado.

    La intención del gobierno es crear en las instalaciones de Calica, a 8 kilómetros al sur del centro de Playa del Carmen, un área natural protegida en la selva de esa región, para lo que planea emitir un decreto antes de finalizar su administración, además de aprovechar el área impactada por la actividad de extracción de materiales para crear parques de turismo ecológico, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la reunión con representantes de medios de este jueves.

     "¿Qué les estamos planteando? Todo de manera razonable, un avalúo de todo y ya lo estamos haciendo. Y les voy a enviar una propuesta a través de Esteban Moctezuma, el embajador nuestro en Estados Unidos”, dijo el mandatario.

     El gobierno, agregó, también tiene la intención de recuperar un muelle que existe en las instalaciones de Calica, que es público, pero que está concesionado a la empresa y que sería empleado para el arribo de cruceros.

     La concesión en manos de Calica abarca alrededor de dos mil 200 hectáreas, de las que poco menos de dos mil aún son de selva, de acuerdo con los datos dados a conocer por el mandatario en la reunión de este jueves.

     La propuesta hecha por el presidente no es nueva, ya que en junio del año pasado hizo el mismo planteamiento, aunque en ese momento no dio más detalles. Además, ocurre a un año de que su gobierno acusara a Vulcan Materials de extraer material pétreo en la costa de Quintana Roo sin contar con permisos vigentes.

     En abril de 2022, la Secretaría de Gobernación anunció un acuerdo con Vulcan para convertir Calica en un parque natural de 400 hectáreas y una reserva natural de alrededor de mil 600 hectáreas. También contempló la ampliación del puerto para adaptarlo para la recepción de cruceros.

     A cambio, la empresa planteó la construcción de una estación del Tren Maya que conecte con el proyecto, por lo que incluso donaría parte del terreno para ello; no obstante, la decisión del gobierno aún no estaba tomada, dijo en ese momento Adán Augusto López, secretario de Gobernación hasta junio de este año, cuando dejó su cargo para participar en el proceso de selección del candidato presidencial del gobernante partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

     Un par de semanas después de dicho anuncio, el presidente López Obrador anunció que presentaría acciones legales contra Vulcan por continuar los trabajos de extracción de minerales pese al acuerdo, y poco después, en mayo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) clausuró temporalmente los trabajos de extracción, lo que la empresa calificó de ilegal, al tiempo que advirtió que emprendería acciones legales.

     La confrontación escaló a un panel de solución de controversias entre México y Estados Unidos, el cual hasta marzo de este año aún no tomaba una resolución al respecto.

     Pero el conflicto de Vulcan no se limita al gobierno del presidente López Obrador. En marzo de este año también se enfrentó con Cemex, por el uso de las instalaciones portuarias de Vulcan en Playa del Carmen, las cuales podían ser utilizadas, hasta hace muy poco, por la cementera mexicana debido a la existencia de un contrato vigente hace más de 20 años, y cuya renegociación, a finales de 2022, fue infructuosa para ambas partes.

     Ante el fracaso de las negociaciones, Cemex presentó recursos ante un juzgado civil y posteriormente a la Fiscalía del estado de Quintana Roo, lo que derivó en la toma de instalaciones de Vulcan por parte de elementos de la Marina y el Ejército mexicano.

     El conflicto entre ambas empresas alcanzó nuevas dimensiones luego de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, externara su preocupación por el caso y considerara que hechos como el de Vulcan afectaban de manera negativa los esfuerzos de México por atraer inversiones.

     En respuesta, el presidente López Obrador rechazó que su gobierno busque desincentivar las inversiones estadounidenses, y apuntó que en caso de Vulcan se trata de la defensa del territorio.

     Si bien la disputa fue finalizada cuando las dos empresas alcanzaron un nuevo acuerdo, lo que suceda con Calica podría afectar las operaciones de Cemex desde ese punto de salida que tiene en la región del Caribe.