Xóchitl Gálvez definió el concepto de transición energética bajo el cual reducirá la dependencia del país de combustibles fósiles, por energías nuevas y limpias. Foto campaña electoral Gálvez
Xóchitl Gálvez definió el concepto de transición energética bajo el cual reducirá la dependencia del país de combustibles fósiles, por energías nuevas y limpias. Foto campaña electoral Gálvez

11 de mar. (Axis negocios) -- Xóchitl Gálvez, la principal candidata opositora a la presidencia, definió el concepto de “transición energética” que buscará aplicar en el país en caso de ganar la elección de junio y que si bien podría traer consecuencias negativas para algunos trabajadores, beneficiará, desde su perspectiva, al país en su conjunto y hasta esos mismos empleados al generar nuevas fuentes de trabajo alternas en el mismo sector energético.

     La intención de Gálvez de explicar el concepto surgió a raíz de las críticas que generó en algunos círculos su propuesta del fin de semana de cerrar las refinerías de Cadereyta y Madero en los estados de Nuevo León y Tamaulipas por los daños a la salud que representan los dos centros de producción de combustibles. Las zonas aledañas a esas dos refinerías, en las que viven millones de mexicanos, con frecuencia registran pobres niveles en la calidad de su aire. Ambos centros de trabajo, no han recibido los mantenimientos necesarios a lo largo de este y otros gobiernos para mitigar la emisión de esos gases dañinos a la salud, principalmente la de los bebés, niños, jóvenes y adultos mayores.

     “La transición energética [que propongo], con justicia y desarrollo, es un cambio en la forma en que obtenemos nuestra energía, que debemos de establecer de una manera que sea justa para todos”, dijo Gálvez. “Hoy en nuestro país existe un gran número de personas que trabajan en industrias relacionadas con el petróleo, si cambiamos repentinamente a energías más limpias, estas personas podrían perder sus trabajos. Una transición energética justa, significa encontrar nuevas oportunidades de trabajo para esas personas y ayudar a las comunidades que dependen de esas industrias para que no se vean afectadas negativamente”.

     Con esto, Gálvez buscó desviar parte de las críticas que lanzó en su contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, un defensor del concepto de “autosuficiencia energética”, bajo el cual México debe producir todos los combustibles que consume, desde gasolina hasta diésel. Una idea que para la candidata es trasnochada por los avances tecnológicos que hoy permiten contar con muchas más fuentes de energía, menos contaminantes y que incluso emplean ya diversos motores que antes dependían exclusivamente de combustibles fósiles, como son los autos con motores eléctricos o híbridos, que usan tanto electricidad como gasolina y que, por lo general, ofrecen un rendimiento muy superior en el consumo de ese combustible a los autos llamados de combustión interna y con menores emisiones.

     “Vamos a construir una transición energética con justicia y desarrollo para todos los trabajadores de la empresa del Estado, como Pemex, pero también para sus proveedores y las comunidades que dependen de ella”, agregó Gálvez. “Esa ruta será planteada tomando en cuenta nuestras propias características. Los recursos que tenemos son abundantes. Tenemos petróleo, gas, sol, viento, geotermia, hidrógeno, así como la fuerza de las olas. En mi gobierno, junto con los estados, los municipios, los sindicatos, la academia, la industria y la sociedad civil, trazaremos la ruta que cuide la salud de las personas y sus fuentes de trabajo”.

     Claro que pese a hablar de que buscará mitigar el impacto en la fuerza laboral de su propuesta, la candidata no cambió su postura de cerrar tanto la refinería de Caderyta como la de Madero. Para ella, el daño que producen a la salud de los más de 5.3 millones de habitantes que viven en la zona metropolitana de Monterrey o los cerca de un millón de personas que habitan en la zona del puerto de Tampico y de Ciudad Madero, dos ciudades vecinas, hacen indispensable cerrar esas dos refinerías con cuando menos más de 40 años de operación --Caderyta con 45 años de antigüedad y Madero con 81 años.

     Actualmente, Petróleos Mexicanos emplea a dos mil 780 trabajadores en Cadereyta y a cuatro mil 131 en Madero, para un total de seis mil 911, que serían los que más sufrirían, junto con muy probablemente los negocios aledaños que dependen de la actividad económica que generan esos dos centros de trabajo, en caso de cerrarse.

    Hasta antes del inicio del gobierno del presidente López Obrador, Cadereyta y Madero empleaban a un total de ocho mil 761 empleados, por lo que, en los últimos cinco años y medio, la empresa petrolera ha despedido ya a mil 850 trabajadores ante las pérdidas que registran las actividades de refinación de Pemex, de alrededor de 780 mil millones de pesos (46 mil 400 millones de dólares) a lo largo del sexenio lopezobradorista.

     “En este contexto, la salud de los mexicanos es mi prioridad”, dijo Gálvez, agregando que “nadie va a perder su empleo y las cadenas de proveeduría también se van a proteger. Pero tampoco permitiremos que la gente muera de cáncer por los niveles de azufre que emiten a la atmósfera de las zonas metropolitanas de Monterrey y Tampico”.

     “En el caso de Cadereyta, el problema con el azufre es criminal por la falta de mantenimiento”, agregó la candidata que está, de acuerdo a varias encuestas, más de 20 puntos porcentuales por detrás de Claudia Sheinbaum, la candidata del partido en el poder, Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados, Verde Ecologista de México (PVEM) y Del Trabajo (PT). “A los niños y jóvenes de México les digo: esta decisión es por ustedes, especialmente a los que respiran el aire de Cadereyta y Ciudad Madero. No se debe envenenar a México para refinar gasolinas”.

     Claro que el presidente discrepó de la justificación que brindó la candidata opositora para cerrar las dos refinerías. Desde la óptica presidencial, al menos Cadereyta no es la fuente principal de los contaminantes nocivos en el área de Monterrey.

     Para los de Cadereyta, que “no los manipulen. Se les van a presentar todos los datos sobre las emisiones que produce la refinería de Cadereyta y no está fuera de la norma, está por abajo de la norma”, dijo el mandatario en su reunión matutina con medios de comunicación, la mayoría afines a su gobierno. “Hay otras plantas --no quiero polemizar sobre eso-- que son las que contaminan. No se vale que por el conservadurismo --porque les molesta Pemex, les choca, me choca, diría una amiga-- quisieran cerrar”.

     Gálvez, sin embargo, advirtió que López Obrador y la candidata Sheinbaum iban a argumentar que el problema no era Pemex sino otras industrias ubicadas en la zona, algo que para ella es incorrecto, además de que ella no está en contra de la empresa petrolera estatal.

     “Le están queriendo echar la bronca a los empresarios cuando el único, la única industria que quema combustóleo en toda la zona metropolitana de Nuevo León es Cadereyta, nadie más quema combustóleo”, agregó Gálvez.

     Para remediar el problema del desempleo que podría traer el cierre de las dos refinerías, Galvez ofreció distintas opciones tentativas a los trabajadores, desde desempeñarse en otras actividades generadas por plantas de energía alterna, que buscará que Pemex y la empresa eléctrica estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), desempeñen a lo largo de su gobierno, hasta trasladarlos a operaciones petroquímicas o de otras industrias, como son robótica, inteligencia artificial o electro movilidad, que ella planea apoyar durante su gobierno.

     Sobre la preocupación que expresó ayer el alcalde de Cadereyta sobre el posible cierre de la refinería de su localidad, Gálvez dijo entender al funcionario público, pero que él debe también pensar en el futuro de la calidad de vida y del aire que le heredará a sus gobernados.

     “Entiendo al alcalde, él se va a reelegir. Los políticos tenemos que tomar decisiones complicadas, a veces son poco populares”, dijo Gálvez. “Sí, efectivamente a lo mejor se enojan conmigo, pero yo estoy pensando quizá en el nieto del alcalde que puede nacer. No sé qué pensaría el alcalde si un día se entera que su nieto tuvo cáncer producto de la contaminación, quizá cambiaría de postura. Eso es lo que le puede pasar a los habitantes de Cadereyta”.

 


Fecha de publicación: 11/03/2024

Etiquetas: México economía energia combustibles fósiles limpia alterna Gálvez Sheinbaum López Obrador