La marcha culminó, en la capital del país, con un discurso de Lorenzo Córdova, el expresidente del Instituto Nacional Electoral, quien pidió que se lleven a cabo elecciones libres. Foto X/LCUgalde
La marcha culminó, en la capital del país, con un discurso de Lorenzo Córdova, el expresidente del Instituto Nacional Electoral, quien pidió que se lleven a cabo elecciones libres. Foto X/LCUgalde

19 de feb. (Axis negocios) -- La movilización del domingo en el Zócalo de Ciudad de México y otras plazas públicas de las principales ciudades del país, en la que participaron miles de personas en contra de las iniciativas de reformas enviadas por el Ejecutivo y en contra de una intervención del gobierno en el proceso electoral de este año, generó opiniones contrastantes propias de un país políticamente polarizado.

     Una de esas opiniones fue, como se esperaba, la del presidente Andrés Manuel López Obrador.

     La marcha, que fue convocada por decenas de organizaciones civiles que descartan tener filiación política, culminó en el centro de la capital del país con un Zócalo abarrotado y con un discurso de Lorenzo Córdova, el expresidente del Instituto Nacional Electoral, la entidad encargada de organizar las elecciones en el país, quien pidió que se lleven a cabo elecciones libres este año cuando los mexicanos eligiran a un nuevo mandatario, renovarán el Congreso de la Unión y votaran por miles de servidores públicos para cargos locales y estatales.

     "Hoy nos manifestamos en las calles de nuestro país ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia, frente a los intentos por vulnerar las condiciones que nos permiten tener elecciones libres y auténticas, y para desmantelar las instituciones que nos protegen de los abusos y para imponer una sola visión del mundo y de la nación", dijo Córdova ante simpatizantes que fueron estimados en 96 mil por las autoridades de Ciudad de México y en más de 700 mil, quizás en todo el país, por la organización civil "Unidos para mejorar" y que es considerada opositora a algunas de las medidas que ha tomado López Obrador por poner en riesgo, desde su perspectiva, el sistema democrático de contrapesos en el país.

     Algunas de las otras ciudades en las que se replicó la marcha por la democracia fueron: Monterrey, Guadalajara, Acapulco, Cancún, Cuernavaca, Mérida, León, Pachuca, Puebla, Tijuana, Toluca, Morelia, San Luis Potosí, Querétaro y Colima.    

     Para el mandatario, los organizadores de la movilización del domingo representan los intereses de las minorías que gobernaron el país antes de su administración y quienes, desde sus perspectiva, están inconformes con el combate a la corrupción que dijo encabeza su gobierno. López Obrador no ofreció pruebas para corroborar sus comentarios.

     “Ahora se disfrazan de demócratas, cuando ellos eran los más tenaces violadores de los derechos del pueblo”, dijo el presidente en la reunión con medios de este lunes, desde el municipio de Oriental, en Puebla. “Dicen vamos a defender nuestra democracia. ¿Cuál es la democracia de ellos? Pues la que funciona nada más como parapeto, cuando en realidad lo que había era el dominio de una oligarquía corrupta”.

     También arremetió contra las consignas que parte de los asistentes corearon en la movilización y que surgieron a raíz de una investigación del medio estadounidense ProPublica sobre una supuesta donación de un grupo del crimen organizado a su campaña presidencial de 2006; además de los señalamientos de ser autoritario.

     Claro que el mandatario no comentó lo que Córdova dijo en su discurso y que muchos otros han señalado, en el sentido de que los cambios constitucionales que el presidente ha propuesto sólo buscan reforzar el poder presidencial y desmantelar las instituciones que limitan ese poder. En otras palabras, el mandatario no hizo referencia al temor de muchos en México de que su gobierno busca regresar al país a un sistema político con un partido hegemónico controlado por el presidente y sin contrapesos, un sistema que en México ya fracasó y que dio origen a la creación, lenta pero segura, de instituciones civiles que permiten no solo garantizar elecciones libres, sino incluso limitar el poder presidencial.

     Claro que pese a sus críticas, López Obrador reconoció que más allá de los organizadores, millones de ciudadanos simpatizan con la oposición; aunque él cree que siguen siendo insuficientes para ganar la elección de junio.

     “Los conservadores en México pueden ser 15, 18 millones de personas o ciudadanos", dijo. “No veo yo que el bloque conservador, en el país en general, sea la fracción que tenga la posibilidad de avanzar. No son pocos eh, son millones, eso hay que tenerlo presente”.

     Horas antes, en su discurso, el expresidente del INE y hoy académico calificó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como autoritario y agregó que el paquete de 18 reformas constitucionales y dos iniciativas de cambios a leyes secundarias recientemente enviado al Congreso representa un riesgo para la democracia.

     En específico, Córdova apuntó a la propuesta del Ejecutivo en materia político-electoral, la cual consideró busca “destruir al INE como lo conocemos” y que mantiene la esencia de los cambios a leyes secundarias que impulsó el año pasado y que fueron desechados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

     “Perder al INE es perder la principal garantía para tener elecciones libres y volver al control del gobierno sobre los comicios”, sentenció quien hasta abril de 2022 estuvo al frente del órgano encargado de la organización de las elecciones federales, y que en más de una ocasión se confrontó con la administración del presidente López Obrador.

     Al igual que el mandatario, muchos de sus partidarios e incluso figuras de la oposición consideraron que la movilización del domingo no fue apartidista como la calificaron los organizadores. Incluso organizaciones convocantes como Sociedad Civil México y el Frente Cívico Nacional, se han pronunciado abiertamente a favor de la alianza de los partidos de oposición --Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD)-- llamada Fuerza y Corazón por México.

     “No marcharé hoy. Los ciudadanos a las calles y al poder, y los partidos a hacer su trabajo”, escribió la senadora por Movimiento Ciudadano, Laura Ballesteros, en su cuenta de la red social X, antes Twitter.

     En un video posterior, la senadora señaló injerencias partidistas en la organización de la marcha y en otras expresiones de la ciudadanía. “Si estábamos exigiendo que los partidos políticos sacaran las manos de una marcha como la de ayer, claramente tocaba no asistir”, apuntó.

     Quien tampoco asistió fue Xóchitl Gálvez, candidata de la alianza de partidos de oposición, quien aseguró que declinaba participar para evitar malinterpretaciones. No obstante, celebró su realización y recordó que la democracia no solo se ejerce en las urnas, sino también “desde las calles y las plazas públicas”.

     Más allá de las posturas de figuras de la oposición, lo cierto es que en la movilización del domingo participaron figuras de los partidos de oposición, como los dirigentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, respectivamente; Santiago Taboada, candidato a jefe de Gobierno en Ciudad de México de la alianza opositora; Margarita Zavala, exdiputada federal y esposa del expresidente Felipe Calderón, así como de empresarios --como Claudio X. González-- e intelectuales como el historiador Enrique Krauze, quienes se han posicionado en contra de la administración de López Obrador.

     A la mayoría de ellos el presidente ha atacado en sus reuniones matutinas con medio de comunicación, señalandolos de corruptos y miembros de la oligarquía que nunca pensó y actuó en favor del "el pueblo", como si lo ha hecho su gobierno, como queda claro con sus programas sociales de ayuda a adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidades, agricultores y otros grupos sociales marginales.

 

 


Fecha de publicación: 19/02/2024

Etiquetas: marcha democracia elecciones