El próximo gobierno deberá implementar una reforma tributaria por la reducción del espacio fiscal a partir de 2025, dijeron analistas. Foto archivo
El próximo gobierno deberá implementar una reforma tributaria por la reducción del espacio fiscal a partir de 2025, dijeron analistas. Foto archivo

10 de ene. (Axis negocios) -- Las presiones sobre las finanzas públicas por el elevado déficit que ejercerá el gobierno de México en 2024 reducirán el espacio fiscal para la siguiente administración y la obligarán a implementar una reforma en materia tributaria, pese al costo político que conlleva subir impuestos.

     Las opciones que podría evaluar el gobierno con la reforma, para reducir el déficit a partir de 2025, incluyen desde un alza al impuesto predial hasta una mayor recaudación del impuesto sobre la renta (ISR) o un ajuste en el régimen del impuesto al valor agregado (IVA) para ciertos productos, dijeron economistas de Valores Mexicanos o Valmex.

     De no implementar estos cambios en materia fiscal, el riesgo es que el déficit se ubique por encima de 5% del producto interno bruto a partir del siguiente año, lo que eventualmente podría llevar a las agencias crediticias a reducir la calificación soberana de México.

     “El reto más importante para la actual administración, pero sobre todo para la que viene, es el manejo de finanzas públicas”, dijo Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex, en conferencia. “Tenemos ya programado por Hacienda el déficit más alto en 30 años, y el hecho de que no se reduzca o aumente más allá de ese nivel, pudiera ser una limitante muy grande para la siguiente administración”.

     Valmex calcula que el déficit de 2023 se ubicará ligeramente por encima de 3% del PIB, lo que dejaría un espacio fiscal de alrededor de dos puntos porcentuales para evitar un recorte de las calificadoras, agregó Ceja.

     Para este año, la Secretaría de Hacienda proyecta un déficit presupuestario de 4.9% del PIB, el mayor en más de tres décadas, junto con un aumento de 7.8% en el gasto frente al monto previsto para 2023, ya que ascendería a poco más de nueve billones de pesos. Por su parte, los ingresos crecerían a un menor ritmo para ubicarse en 7.3 billones de pesos, o 0.8% más que este año.

     De esta forma, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) se ubicarían en 5.4% del PIB, frente al 4% aprobado para 2023, lo que representa una diferencia de 511.7 miles de millones de pesos y, de acuerdo con distintos analistas, podría llevar a un deterioro de las finanzas en el próximo sexenio, si no se implementan políticas para reducir el déficit.

     “La propuesta de consolidación fiscal para los siguientes años implica necesariamente recortar los RFSP de 5.4% a 2.6%, lo que, en nuestra opinión, será difícil de conseguir por razones políticas”, dijeron Sergio Kurczyn y otros especialistas de Citibanamex, en un reporte. “Consideramos que la única forma de que la SHCP alcance las metas fiscales planteadas para los próximos años es a través de la implementación de una reforma fiscal que incremente la base tributaria, que considere los cambios demográficos que afectarán el gasto en pensiones y que, a su vez, destine los recursos fiscales hacia gasto de inversión en obras de infraestructura, que garanticen efectos multiplicadores para la economía nacional”.

     Para Ceja, el impacto podría exacerbarse con la posible reforma al sistema de pensiones que el presidente Andrés Manuel López Obrador esbozó esta semana, pues su propuesta es que los trabajadores reciban en su jubilación un monto equivalente al salario de su último empleo.

     Si bien la eventual aprobación de esta iniciativa requiere de una mayoría calificada en el Congreso --que hoy no ostenta el partido en el poder-- por tratarse de una reforma constitucional, dichos cambios legislativos podrían implicar una mayor aportación del gobierno a las pensiones de los trabajadores y, de nuevo, ejercerían presión sobre las finanzas públicas y obligarían a revisar el tema recaudatorio.

     “El subsidio que daría el gobierno [con la reforma], en caso de que no se aumenten las participaciones patronal o laboral, sería enorme”, dijo Ceja. “El déficit que tenemos de 4.9%, adiós”.

     Claro que la administración lopezobradorista lograría sortear dichos riesgos al menos en 2024, el último año del sexenio, pues el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, que es la medida más amplia de la deuda, mantendría una trayectoria estable con una razón deuda pública/PIB por debajo de 50%, de acuerdo con las estimaciones del Paquete Económico de este año.

     Las agencias calificadoras reconocieron que, hasta ahora, el gobierno ha seguido una política de prudencia y disciplina fiscal, lo que ha ayudado a mantener estable la deuda como porcentaje del PIB.

     Por su parte, la Secretaría de Hacienda descartó anteriormente que el próximo gobierno vaya a enfrentar presiones financieras o se vea obligado a subir impuestos.

     El nivel de endeudamiento de 48.8% que plantea el Paquete Económico 2024 “coloca y seguirá colocando a México como uno de los países con menores niveles de deuda/PIB de América Latina y en comparación con países pares”, dijo Gabriel Yorio, el subsecretario de Hacienda, durante una comparecencia ante la Cámara de Diputados en octubre. Agregó que ese nivel está muy por debajo del umbral de alerta determinado por calificadoras y organismos internacionales.

     La calificación de la deuda soberana se ubica actualmente en ‘BBB-’ con perspectiva estable por parte de la agencia Fitch Ratings --un escalón arriba del grado de inversión--, mientras que Standard & Poor’s la fijó en ‘BBB’ y Moody’s en ‘Baa2’ --dos peldaños arriba en ambos casos.

 

 


Fecha de publicación: 10/01/2024

Etiquetas: México reforma fiscal gobierno AMLO déficit gasto finanzas públicas economía