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8 de jun. (Axis negocios) -- El Índice Nacional de Precios al Consumidor en México disminuyó 0.22% en mayo frente al mes previo, el mayor descenso para un periodo similar en los últimos cuatro años, lo que parece confirmar que la inflación se encuentra en una trayectoria descendente y que las presiones seguirán relajándose en los próximos meses.
Los productos que más impulsaron a la baja la inflación de mayo fueron la electricidad, con un descenso de 21.22%, además del limón con una caída de 23.98%, el gas doméstico LP con 2.86%, el pollo con 1.35% y el huevo con 2.2%, dijo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Estas bajas fueron parcialmente contrarrestadas por los avances de 13.76% en la papa y otros tubérculos, de 0.30% en la vivienda propia, de 0.56% en loncherías, fondas, torterías y taquerías, de 0.65% en restaurantes y similares y de 9.32% en la naranja, entre otros.
En su comparación interanual, la inflación subió a una tasa de 5.84% frente a mayo de 2022, su menor nivel desde agosto de 2021, o hace 22 meses, cuando se ubicó en 5.59%, de acuerdo con datos de Inegi, como también se conoce al organismo responsable de recabar la información económica y social del país.
El desempeño de los precios al consumidor del mes pasado quedó por debajo de las estimaciones que hicieron los economistas encuestados por Infosel, quienes anticipaban una caída mensual de 0.13% y un crecimiento anual de 5.90%.
La desaceleración de la inflación fue impulsada principalmente por la caída en los precios de la electricidad, tras la entrada en vigor de los subsidios estacionales en el norte de México durante el verano.
La lectura de mayo, que fue el cuarto mes consecutivo con descensos en el indicador, parece confirmar que el país se encuentra en un proceso desinflacionario que continuaría en los próximos meses, lo que permitiría que Banco de México mantenga la pausa en el ciclo alcista de sus tasas y, eventualmente, valore recortes en las mismas, aunque es probable que eso no ocurra hasta finales de este año o principios del próximo, de acuerdo con analistas.
“La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques inflacionarios y de sus determinantes, así como la evolución de las expectativas de mediano y largo plazos y el proceso de formación de precios”, dijo Banco de México, al anunciar que mantendría las tasas en un nivel sin precedentes de 11.25% el pasado 18 de mayo. “Consideró que se ha entrado en una fase de desinflación debido a que diversas presiones se han mitigado. Sin embargo, juzgó que estas siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo”.
La lectura de mayo incluso llevó a algunas mesas de análisis a revisar sus pronósticos de inflación para todo el año, pues esperan que el indicador desacelere a un ritmo más rápido del que se anticipaba anteriormente.
“Considerando la dinámica reciente de los precios, hemos revisado a la baja nuestras estimaciones de inflación para este año y el próximo”, dijo Jessica Roldán, economista en jefe de Casa de Bolsa Finamex, en un reporte. “Específicamente, ahora esperamos que la inflación general anual se reduzca a 5% para fines de año y a 4.15% en diciembre de 2024 [anterior: 5.35% en 2023 y 4.51% en 2024]”.
Otros analistas, entre ellos los de Grupo Financiero Banorte, destacaron que el índice de precios podría situarse “significativamente por debajo” de las expectativas de Banco de México en el trimestre actual y en el periodo julio-septiembre, lo que reforzaría la posibilidad de que la pausa en los aumentos de tasas se mantenga e incluso se discutan recortes este mismo año.
El Banco Central espera que la inflación desacelere a 6 y 5.2% en el segundo y tercer trimestre del año, respectivamente, de acuerdo con el comunicado de su última decisión de política monetaria.
“Esto es relevante ya que ofrece cierto margen para sorpresas negativas en los precios, sin que ello implique la necesidad de nuevos ajustes al alza en las estimaciones, especialmente en la [inflación] no subyacente”, dijo Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Banorte, en un reporte.
Por su parte, el componente subyacente de los precios, o aquella medida que excluye los cambios en productos altamente volátiles, como energéticos y agropecuarios, avanzó 0.32% mes a mes y subió a una tasa anual de 7.39%.
El desempeño de los precios subyacentes quedó por debajo del incremento mensual de 0.34% e igualó el avance anual de 7.39% que esperaban los analistas encuestados.
Además, el índice subyacente desaceleró por cuarto mes consecutivo y se ubicó en su menor nivel desde mayo de 2022, o hace un año.
Hasta ahora, la inflación básica ha sido una de las principales fuentes de preocupación para analistas y los propios banqueros centrales debido a su persistencia, lo que a su vez provoca que el panorama inflacionario para los próximos meses esté cargado de un alto grado de incertidumbre y obliga a los miembros de la Junta de Gobierno a mantener un enfoque dependiente de los datos.
Dentro del componente subyacente, “las mercancías nuevamente se desaceleraron, en tanto que algunos servicios continúan mostrando resistencia a dejar de crecer”, dijo Luis Adrián Muñiz, economista para México de Vector Casa de Bolsa, en un reporte. “Por el momento parece que este grupo de precios continúa siendo el que presenta la mayor de las persistencias, evidenciando algunas presiones internas”.
Por su parte, el Banco Central mantiene cautela sobre la evolución de los precios en los próximos meses, ya que considera que el balance de riesgos para la inflación está sesgado al alza.
“Lo que estamos observando es que la inflación en efecto está empezando a descender. . . Sin embargo, la configuración de las presiones inflacionarias aún es delicada”, dijo Galia Borja, subgobernadora de Banco de México, durante la presentación del informe trimestral de ese Instituto la semana pasada.
Borja agregó que, ante el elevado nivel de incertidumbre, la Junta de Gobierno debe esperar a que haya certeza de que la inflación está en una clara trayectoria descendente hacia su meta de 3%, antes de evaluar recortes en las tasas.
Actualmente, Banco de México estima que el alza generalizada de precios se ajuste al ritmo de su meta hacia el cuarto trimestre de 2024.
Hace un año, en mayo de 2022, los precios al consumidor subieron 0.18% mes a mes y crecieron 7.65% año a año.
* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.
Fecha de publicación: 08/06/2023
Etiquetas: Mexico economia inflacion precios consumidor subyacente alimentos energia tasa Banxico