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11 de ene. (Axis negocios) -- El peso mexicano rompió la barrera de las 19 unidades por dólar estadounidense, un nivel no visto en casi tres años luego que los inversionistas apuestan a que el diferencial de tasas entre activos mexicanos y estadounidenses se mantenga en un entorno menos volátil por una menor inflación.
La moneda local, que cerró en 18.95 unidades o un nivel no visto desde el 21 de febrero de 2020 cuando terminó la jornada en 18.90 pesos por dólar, acumula una ganancia de 2.8% en lo que va del año, lo que la coloca como una de las monedas más redituables en 2023. El peso además opera ya en niveles similares a los que tenía antes de las alertas por la inminente llegada del padecimiento SARS-CoV2, que desató la pandemia de la covid-19 y que sacudió los mercados financieros.
“El peso ha tenido un rendimiento superior. . . debido a los fundamentos relativamente estables de México”, escribieron los estrategas de la división BBVA Soverign Bonds Research del banco español BBVA. “En este contexto, el peso debería poder mantener un desempeño estable”.
Un elemento que explica para estos estrategas el buen desempeño de la moneda mexicana en lo que va del año y en 2022, cuando ganó 5.2% frente al dólar, es el atractivo diferencial de tasas que existe entre los bonos gubernamentales del país con los de sus pares extranjeros. Ese diferencial podría incluso mantenerse aun cuando las autoridades monetarias mexicanas opten por desacelerar el ritmo de incremento de su tasa objetivo, que fue intenso en 2022 y que amplió el diferencial, frente al que determinen los reguladores monetarios de Estados Unidos.
“El diferencial frente a las tasas de los Fed funds debería mantenerse, particularmente cuando se ajusta por volatilidad”, agregaron los estratega s de BBVA en su reporte.
Claro que este pronóstico está muy probablemente sustentado en que la inflación estadounidense también vaya cediendo a lo largo del año y eso permita a la Reserva Federal de ese país reducir también el ritmo y la duración de sus incrementos de tasas.
En los últimos 11 meses la Reserva Federal elevó en 375 puntos base el rango de su tasas de interés de referencia, para llevarla a un nivel de entre 4.25 y 4.50%, su mayor escaño en 15 años. En el caso mexicano, la tasa objetivo se encuentra hoy en 10.5%, o 500 puntos base por arriba del nivel que tenía a fines de 2021 y un nivel nunca antes visto.
La tasa mexicana ha subido incluso más --625 puntos porcentuales en total-- desde que las autoridades de Banco de México comenzaron con el ciclo alcista actual el 25 de junio de 2021.
Los analistas esperan que en diciembre la inflación anual de Estados Unidos descienda a 6.5% desde el nivel de 7.1% que registró en noviembre y que así acumule un descenso de seis meses seguidos, luego de alcanzar un nivel no visto en 40 años.
“Ante la desaceleración de la inflación, aumentan las expectativas de que la Reserva Federal moderará el ritmo de incrementos a la tasa de interés este año”, escribió Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base, en un reporte. “Si el mercado toma la publicación como buena noticia, que confirma la tendencia a la baja de la inflación, el tipo de cambio podría apreciarse más”.
Desde el año pasado, el agresivo ciclo de alza de tasas elevó los pronósticos sobre una posible recesión economía mundial, algo que de materializarse ocasionaría la segunda ocasión global en menos de una década. Eso podría a su vez provocar que los inversionistas busquen rendimientos confiables en instrumentos gubernamentales como los bonos mexicanos, dando mayor impulso al peso.
Incluso, el Banco Mundial recortó ayer sus pronósticos de crecimiento para 2023 a niveles cercanos a una recesión para muchos países por el impacto que están teniendo las alzas a las tasas de interés en las actividades económicas y la invasión rusa a Ucrania.
Por su parte, Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá para Bank of America, dijo que espera que Estados Unidos comience a resentir los efectos de la recesión en el segundo trimestre del año, por lo que estimó una contracción de 0.4% en el producto interno bruto de la economía estadounidense este año.
Dada la ubicación geográfica y la relación económica que tiene Estados Unidos con México, el país también verá su economía deprimida con una caída de 0.5% para este año, pues el mayor mecanismo de arrastre sería por medio de las exportaciones y la posible menor entrada de remesas al país, ingresos que han mantenido resiliente el consumo interno, de acuerdo con BofA.
“Si las remesas caen de manera significativa, la recesión en México podría ser más severa”, dijo Capistrán, en conferencia de prensa. “Desde la pandemia, las remesas pasaron hacer una variable macroeconómica muy importante”.
Para el economista de BofA, el comportamiento del peso también dependerá en gran medida de las acciones de Banco de México, de quien espera que siga los pasos de la Fed y lleve su tasa de interés de referencia a 11%, manteniéndola allí hasta 2023 o hasta tener evidencia de que la inflación del rubro subyacente marca una tendencia bajista.
“El peso seguirá siendo una de las mejores monedas en el mundo. . . pero las remesas y lo que haga Banxico podría influir” en su valuación, agregó Capistrán.
Fecha de publicación: 11/01/2023
Etiquetas: Peso Inflación Fed México EUA Banxico Dólar tasas