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16 de dic. (Axis negocios) -- Una delegación de alto rango, enviada por la administración de Andrés Manuel López Obrador y encabezada por Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), acudió a la ciudad de Washington, D.C., principalmente para atajar una disputa surgida entre ambos países por la importación a México de maíz amarillo alterado genéticamente.
En el diálogo, las autoridades mexicanas y estadounidenses acordaron continuar las conversaciones hasta enero, de acuerdo con un comunicado de la Presidencia de la República.
“Se destacó el beneficio mutuo de la relación complementaria que ambos países han consolidado en materia agrícola y se escucharon las inquietudes del gobierno de los Estados Unidos”, dijo la administración mexicana en la comunicación. “Se acordó continuar las conversaciones constructivas con el fin de que en enero se pueda consolidar un entendimiento mutuo que dé certidumbres jurídicas a todas las partes”.
Junto con el canciller Ebrard viajaron Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la SRE; así como Esteban Moctezuma, embajador de México en Estados Unidos; Raquel Buenrostro, secretaria de Economía; Víctor Manuel Villalobos, de Agricultura y Desarrollo Rural; y María Luisa Albores, de Medio Ambiente.
De igual manera, asistieron al diálogo Alejandro Svarch Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y Alejandro Encinas Nájera, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.
“En las conversaciones, el gobierno de México expuso su política de seguridad alimentaria, de la cual destacó tres objetivos: preservar su patrimonio biocultural, al ser centro de origen de más de 60 razas de maíz; seguir garantizando su autosuficiencia en el maíz para el uso de tortilla, así como fortalecer la seguridad alimentaria en América del Norte”, agregó la Presidencia en el comunicado. “Dicha política garantiza el respeto de los compromisos comerciales, ofreciendo certidumbre regulatoria y criterios estandarizados y estables, tanto para productores como para importadores de maíz norteamericano”.
Al gobierno y productores estadounidenses les preocupa un decreto de la administración mexicana que prohíbe la importación de maíz transgénico para consumo humano, al tiempo en que vetó el uso de glifosato como herbicida y dejó la puerta abierta a la compra de maíz amarillo para consumo animal.
Para el gobierno de Estados Unidos y la industria de ese país, dicha política viola el espíritu del tratado de libre comercio que tienen ambas naciones, más Canadá, conocido aquí como T-MEC.
Incluso, a finales de noviembre, Vilsack, secretario de Agricultura estadounidense, visitó México para expresar su inconformidad al presidente López Obrador. Al término del encuentro el funcionario publicó un comunicado en el que dijo que no descartaba acudir a tribunales para combatir los vetos.
“Debemos encontrar un camino a seguir pronto y enfaticé en términos inequívocos que, en ausencia de una resolución aceptable del problema, el gobierno de los Estados Unidos se vería obligado a considerar todas las opciones, incluida la adopción de medidas formales para hacer cumplir nuestros derechos legales en virtud del T-MEC”, dijo Vilsack en ese entonces, en dicho comunicado.
En su momento, el mandatario mexicano fue claro respecto de no permitir la importación de maíz genéticamente modificado, aunque dejó abiertas algunas posibilidades de llegar a acuerdos.
Más tarde, en diciembre, López Obrador planteó a Estados Unidos ampliar a dos años la prórroga para permitir las importaciones de maíz amarillo, que puede ser genéticamente modificado o transgénico, para consumo no humano.
Esta semana, un grupo de representantes de la Asociación Nacional de Productores de Maíz de Estados Unidos envió una carta al presidente Joseph R. Biden para solicitarle su intervención en esta disputa.
"Debido a que hay mucho en juego para los agricultores y las zonas rurales de Estados Unidos, le pedimos que haga de este tema una parte fundamental de su reunión del 9 de enero con el presidente López Obrador y el primer ministro [canadiense] Justin Trudeau", dijeron los productores de maíz en su carta.
"Los agricultores de maíz están ahora mismo en el proceso de tomar decisiones de siembra para la próxima primavera, y cualquier incertidumbre adicional en el mercado afecta su capacidad para responder adecuadamente a múltiples señales del mercado. Si el decreto no se retira por completo, le pedimos que su administración inicie un caso bajo el T-MEC".
El presidente Biden y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, visitarán México debido a la Cumbre de América del Norte, el 9 y 10 de enero.
En la reunión de este 16 de diciembre también participó Vilsack por parte de la delegación estadounidense, junto con la titular de la Oficina de Representación Comercial, Katherine Tai; el subsecretario del Departamento de Estado, José Fernández; y el subsecretario de Agricultura para Asuntos Internacionales, Jason Hafemeister.
“Hubo una conversación sincera sobre nuestras profundas preocupaciones en torno a las restricciones a la importación de maíz biotecnológico y otros productos derivado del decreto del presidente López Obrador de 2020”, de acuerdo con una declaración del embajador Tai y el secretario Vilsack tras la reunión con los funcionarios del gobierno mexicano.
“La delegación mexicana presentó algunas enmiendas potenciales al decreto en un esfuerzo por abordar nuestras preocupaciones. Acordamos revisar su propuesta de cerca y hacer un seguimiento con preguntas o inquietudes en poco tiempo. Existe un reconocimiento conjunto de que el tiempo es esencial y debemos determinar un camino a seguir pronto”.
* César Pérez contribuyó con la elaboración de esta historia.
Fecha de publicación: 16/12/2022
Etiquetas: maíz glifosato consumo alimentos EUA