El nombre del mercado de criptomonedas FTX iluminaba el estadio donde juega el equipo de baloncesto Miami Heat. El rápido colapso de esa empresa ha sacudido el mundo de la filantropía, debido a las donaciones y la influencia del fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, quien participaba del movimiento llamado “altruismo efectivo” y que ahora ha dejado sin fondos a múltiples organizaciones sin fines de lucro. Foto AP/Marta Lavandier
El nombre del mercado de criptomonedas FTX iluminaba el estadio donde juega el equipo de baloncesto Miami Heat. El rápido colapso de esa empresa ha sacudido el mundo de la filantropía, debido a las donaciones y la influencia del fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, quien participaba del movimiento llamado “altruismo efectivo” y que ahora ha dejado sin fondos a múltiples organizaciones sin fines de lucro. Foto AP/Marta Lavandier

5 de dic. (Dow Jones) -- Sam Bankman-Fried dijo que quería prevenir una guerra nuclear y detener futuras pandemias y se comprometió a usar su vasta y creciente riqueza para hacerlo.

     Pero el colapso de la firma de Bankman-Fried, FTX, y las revelaciones de que mezcló el dinero de FTX con el de sus clientes, han puesto patas para arriba esos nobles objetivos filantrópicos.

     Dirigida por idealistas que gastan la riqueza de su patrón multimillonario para hacer del mundo un lugar mejor, la Fundación FTX de Bankman-Fried y su fondo insignia Future Fund presumían tener amplios recursos, ambiciosos objetivos y llevar a cabo acciones rápidas.

     La fortuna de Bankman-Fried ha desaparecido y los filósofos-ejecutivos que dirigen las organizaciones han renunciado. Los beneficiarios de las subvenciones están luchando por obtener dinero en efectivo para cubrir los faltantes que enfrentan, temiendo que la generosidad de FTX se vea comprometida luego que los abogados de la compañía dijeran que faltaba una “cantidad sustancial” de activos y que éstos posiblemente fueron robados.

     Kevin Esvelt, ingeniero evolutivo de Massachusetts Institute of Technology (MIT), trabaja en el avance seguro de la biotecnología, incluida la prevención de pandemias deliberadas. Esvelt dijo que llenó la solicitud de Future Fund en un día y obtuvo una respuesta en menos de dos semanas: su premio fue de 1.2 millones de dólares.

     El ingeniero evolutivo está ahora buscando fondos de emergencia para SecureBio, la organización sin fines de lucro que fundó en defensa de las pandemias y que construyó con la subvención. Está así usando el premio de Future Fund para pagar los salarios de los empleados, dijo, ya que no cree que deban perder sus empleos debido a los errores de otra persona. El resto del dinero lo ha reservado hasta que sepa más de dónde provinieron los fondos y si se podrían perder, agregó.

     “Esto es algo así como una tragedia para quienes esperamos que la filantropía pueda intensificarse y llenar los vacío para abordar los riesgos catastróficos que el gobierno no está pudiendo enfrentar con agilidad”, dijo Esvelt.

     Bankman-Fried fue considerado como una de las 100 personas más ricas del mundo tan recientemente como este mes. El 11 de noviembre, FTX se declaró en bancarrota en medio de revelaciones de que prestó miles de millones de dólares en activos de clientes para financiar apuestas arriesgadas en su firma comercial hermana. Mientras los fiscales investigan FTX, el nuevo presidente ejecutivo John J. Ray dijo que existió un “fracaso total de los controles corporativos” en la compañía, al tiempo que los abogados de la bolsa han dicho que Bankman-Fried administró como la empresa su propio “feudo”.

     Bankman-Fried a menudo afirmaba que la filantropía era su principal motivación para amasar una fortuna. “Es lo que más importa al final”, dijo en una entrevista en abril en el podcast “80,000 Hours”.

     Bankman-Fried ha dicho que sus padres, profesores de derecho, le inculcaron un interés en el utilitarismo, la filosofía de tratar de hacer el mayor bien para el mayor número de personas. Comenzó a poner en práctica esos ideales mientras se especializaba en física en MIT. Preocupado por el sufrimiento de los animales en las granjas industriales, dejó de comer carne.

     Will MacAskill, entonces un estudiante graduado de filosofía, presentó a Bankman-Fried la idea del altruismo efectivo, una forma de aplicar algunas ideas utilitarias a las donaciones caritativas.

     “Los altruistas efectivos dijeron que debes usar la razón para comparar causas y encontrar lo que puede obtener el mayor rendimiento”, dijo el profesor de ciencias políticas de Stanford University, Rob Reich. “Donar a [universidades de élite] o al museo de arte es un retorno mucho menor de una donación caritativa que dar a una organización sin fines de lucro contra la malaria que busca prevenir muertes fácilmente prevenibles”.

     Los altruistas efectivos a menudo aplican esta lógica a sus propias vidas, dijo Reich. No es raro que un adherente done un riñón a un extraño.

     Bankman-Fried había considerado diferentes trayectorias profesionales, dijo en la entrevista, pero MacAskill sugirió que podía hacer el mayor bien ganando mucho dinero y regalándolo, una idea popular en la comunidad.

     Bankman-Fried puso su mirada en la criptografía, fundando la firma comercial Alameda Research en 2017. Lanzó FTX unos años más tarde. El precio de bitcoin y otras monedas digitales aumentó, ayudando a FTX a convertirse en uno de los cinco intercambios criptográficos más grandes del mundo. Pronto ayudó a establecer la Fundación FTX, Future Fund y una fundación familiar, Building A Stronger Future.

     Bankman-Fried tenía como objetivo regalar miles de millones de dólares anuales dentro de 10 años, dijo en el podcast de abril.

     Las causas favoritas de la Fundación FTX incluyeron la prevención de pandemias y la protección de la humanidad de las posibles desventajas de la inteligencia artificial. En una reunión de julio de la fundación, Bankman-Fried se involucró profundamente en una discusión sobre cómo los focos equipados con una frecuencia particular de luz ultravioleta podrían erradicar los patógenos en el aire, dijo MacAskill a este medio este verano.

     La convocatoria abierta de ideas de Future Fund en febrero atrajo miles de presentaciones. El proceso de solicitud fue parte del atractivo. La organización prometió respuestas rápidas y alentó proyectos arriesgados. Atrajo a científicos que realizaban trabajos interdisciplinarios fuera de su campo de especialización, frustrados por la naturaleza laboriosa de la financiación gubernamental. En una página de preguntas frecuentes en su sitio web, Future Fund ofreció este consejo: “Tendemos a encontrar que las personas piensan en pequeño, en lugar de pensar en grande”.

     Los receptores de los recursos podrían elegir que se les entregasen los fondos en dólares o criptomonedas.

     Future Fund prometió cientos de subvenciones por un valor total de más de 160 millones de dólares para septiembre, de acuerdo con su sitio web. Las donaciones abarcaron una variedad de proyectos, incluidas organizaciones altruistas efectivas, empresas de nueva creación y “personas excepcionales” que perseguían interesantes líneas de investigación.

     Las dos subvenciones públicas más grandes, de 15 y 13.9 millones de dólares, se otorgaron a grupos de altruismo efectivo donde MacAskill jugaba un rol. MacAskill, quien ahora es profesor en Oxford University, no recibió un pago por su participación en esas organizaciones “aparte de los gastos”, dijo una portavoz de una de ellas.

     MacAskill a veces asesoró a Bankman-Fried en algo más que asuntos filantrópicos. Cuando Elon Musk comenzó su campaña para comprar Twitter, MacAskill envió un mensaje de texto al director ejecutivo de Tesla, de acuerdo con documentos hechos públicos en el litigio para la compra de la firma de redes sociales. “Mi colaborador Sam Bankman-Fried ha estado potencialmente interesado en comprarla y luego mejorarla para el mundo”, escribió.

     El colapso del imperio de Bankman-Fried ha repercutido mucho más allá de su base en Bahamas. En los pasillos de la academia y en los laboratorios pioneros en todo el mundo también se ha resentido. A varios beneficiarios de subvenciones, incluido uno afiliado a MacAskill, la fundación debía la entrega de fondos cuando FTX colapsó, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.

     “Estamos devastados al decir que parece probable que haya muchas subvenciones comprometidas que el Future Fund no podrá cumplir”, escribió el personal del fondo en una carta pública de renuncia a principios de este mes.

 


Fecha de publicación: 05/12/2022