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11 de oct. (Axis negocios) -- La perspectiva económica para 2022 parece estabilizarse ya corriendo el cuarto trimestre del año, sin embargo, los grandes problemas como la guerra y la dinámica de avance de los precios continúan ensombreciendo el panorama esperado para 2023 para el grueso de los países, México incluido.
Una inflación que no cede en diversas partes del mundo, el endurecimiento de las condiciones financieras para combatirla, el recrudecimiento del conflicto armado en Ucrania y una pandemia que aún no termina son algunas de las coyunturas que aún son las más influyentes dentro de los estimados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en general para otros análisis similares.
La salud de una economía global en desaceleración, de acuerdo con el informe World Economic Outlook (WEO) de la institución internacional, depende de manera crítica de una calibración exitosa de la política monetaria, el curso de la guerra europea y que continúe la mejora de situaciones problemáticas como las enfrentados con las cadenas de suministro.
“La economía global continúa enfrentando grandes desafíos, moldeados por los efectos persistentes de tres fuerzas poderosas: la invasión rusa de Ucrania, una crisis del costo de vida causada por presiones inflacionarias persistentes y cada vez mayores, y la desaceleración en China”, escribió en el análisis Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico y director del departamento de estudios del FMI. “Lo peor está por venir, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión”.
En ese sentido el organismo multilateral redujo su estimado para el crecimiento de la economía global para 2023 de 2.9 a 2.7%. El movimiento es el segundo seguido para el próximo año, luego que en julio ese pronóstico cayera desde 3.6%.
Para 2022 la institución que promueve la estabilidad financiera en 190 países mantuvo su previsión de 3.2%, la primera vez en los últimos cinco informes del WEO que ese dato no es revisado a la baja.
En medio de temores de decrecimiento económico, aproximadamente un tercio de la economía mundial sufrirá dos trimestres consecutivos de variaciones negativas, lo que para algunos es la definición técnica de recesión, señaló el directivo del FMI en conferencia.
El perfil de crecimiento para este año y el próximo, advierte el informe, es el más débil desde 2001, a excepción de la crisis financiera global de 2008 y también en el peor momento de la pandemia de covid-19.
Esto se debe a una desaceleración de las principales economías globales, con Estados Unidos contrayendo su Producto Interno Bruto (PIB) en la primera mitad de 2022, Europa en la segunda mitad del año y bloqueos prolongados para evitar contagios en China, donde además se desarrolla una crisis en el sector inmobiliario.
A ello se suman presiones de precios que “están demostrando ser bastante obstinadas y fuente importante de preocupación”, escribió Gourinchas, lo que ha llevado a un coordinado y acelerado endurecimiento de las condiciones monetarias, el cual, enfatizó el documento, debe ser sumamente cuidadoso.
Un ajuste lento de los bancos centrales llevaría a afianzar la dinámica inflacionaria, erosionaría su credibilidad y desanclaría las expectativas de precios, mientras que movimientos excesivos podrían llevar a la economía global a una recesión innecesariamente dura.
“A medida que las economías comiencen a desacelerarse y surjan fragilidades financieras, los llamados a un giro hacia condiciones monetarias más flexibles inevitablemente se harán más fuertes”, señaló el FMI.
El recorte de estimado para las economías avanzadas, de 0.3 puntos porcentuales a 1.1%, estuvo motivado principalmente por países europeos, como España, Italia y Alemania, mientras que el pronóstico para Estados Unidos --que en julio bajó 1.3 puntos-- se mantuvo sin cambios en 1%.
Por el lado de las economías emergentes, la disminución fue de 0.2 puntos porcentuales a 3.7%, principalmente por casos como China y Brasil, y parcialmente compensado por la perspectiva para Rusia, país que sí tuvo una mejora en las expectativas del crecimiento esperado tanto para 2022 como para 2023.
En el caso de México, la segunda mayor economía latinoamericana, el avance del PIB esperado para 2023 se mantuvo sin cambios en 1.2%, mientras que el de 2022, que en la revisión de julio había ganado 0.4 puntos porcentuales, retrocedió 0.3 puntos a 2.1%.
“La desaceleración esperada para este año sería atribuida al menor dinamismo de la economía de los Estados Unidos que habría perdido 0.7 puntos porcentuales respecto a lo que se estimaba en julio pasado”, escribió en un reporte Luis Adrián Muñiz, experto de Vector Casa de Bolsa.
Sobre la mayor debilidad económica para el próximo año en América Latina, el FMI señaló el debilitamiento de la actividad productiva de algunos países, el endurecimiento de las condiciones financieras y menores precios de materias primas.
El Fondo aún considera que una gran recesión es evitable y en ese sentido hizo un llamado a los países donde la pandemia está retrocediendo notoriamente para reconstruir sus amortiguadores fiscales. Reiteró que la política fiscal no debe contraponerse a los esfuerzos de política monetaria, advirtió que la crisis energética, particularmente en Europa, traerá cambios en el largo plazo y urgió apoyar a las poblaciones más vulnerables.
“Los controles de precios, los subsidios no focalizados o las prohibiciones de exportación son fiscalmente costosos y conducen a un exceso de demanda, escasez de oferta, mala asignación, racionamiento y primas del mercado negro”, señaló el organismo internacional.
La institución también empeoró el panorama inflacionario global. El crecimiento estimado de los precios al consumidor a nivel global pasó de 8.3 a 8.8% para 2022 y de 5.7 a 6.5% para 2023. Para mercados emergentes el alza fue de 0.4 puntos porcentuales a 9.9% este año y de 0.8 puntos a 8.1% el próximo.
Para México, la proyección de inflación del FMI de este año es de 8%, mientras que para 2023 el avance de los precios sería de 6.3%, aún por encima de la meta establecida por Banco de México.
El movimiento del FMI llega poco después que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también recortara sus estimados de crecimiento para 2023, que en términos globales pasó de 2.8 a 2.2%.
Para el caso de México, la OCDE bajó su estimado 0.6 puntos porcentuales para quedar en 1.5%.
El FMI se une a diversos organismos, que también incluyen al Banco Mundial, que ubican el desempeño del país debajo de 2% para el siguiente año y que hacen ver optimista lo presupuestado por la Secretaría de Hacienda.
Fecha de publicación: 11/10/2022
Etiquetas: FMI economía perspectivas pronósticos México global EUA