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8 de dic. (Sentido Común) -- Petróleos Mexicanos, la empresa energética propiedad del Estado mexicano, obtuvo mil millones de dólares con la venta de un bono internacional como parte de sus planes de refinanciamiento de deuda.
El instrumento tiene un vencimiento de 10 años, paga una tasa de interés de 6.7% y sus recursos serán utilizados para el manejo de pasivos de corto y mediano plazo, dio a conocer la compañía a través de un comunicado.
La emisión cuenta “con el objetivo de reducir el riesgo de refinanciamiento y la deuda total”, escribió en el comunicado Pemex, como mejor es conocida la productora de petróleo.
El bono contó con una demanda total de libro de cinco mil millones de dólares, o cinco veces el monto emitido, lo que permitió a la empresa, fundada en 1938, disminuir el costo de financiamiento anunciado.
La obtención de recursos forma parte de un plan de reestructuración de adeudos que Pemex anunció esta semana con el apoyo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entidad que le aportará tres mil 500 millones de dólares para mejorar sus finanzas.
Los recursos tanto del bono como los de Hacienda servirán en diversas transacciones para recomprar parte de la deuda cotizada en mercados internacionales, principalmente aquellos bonos de mediano y largo plazo, es decir, con vencimientos entre 2024 y 2030 y entre 2044 y 2060.
“Los resultados de la recompra y del intercambio de bonos que forman parte de la operación se darán a conocer posteriormente, una vez que se definan las condiciones finales de dichas ofertas y conforme a los requisitos legales correspondientes”, escribió Pemex en el comunicado.
El sector energético es prioritario para la actual administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con un enfoque de recuperar la rectoría del Estado y el dominio de las empresas que le pertenecen, en lo que entienden como un “rescate”.
En ese sentido el gobierno ha establecido varias ayudas para Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, en detrimento de la participación del sector privado en petróleo y generación de energía.
Como parte de ese emprendimiento el Gobierno de México busca efectuar una reforma energética que está pendiente de discusión en el sector legislativo la cual, consideran los participantes privados, elevará los costos para empresas y familias y deteriorará los objetivos climáticos del país.
Una de las ayudas que ha recibido Pemex es una reducción a la tasa fiscal por los derechos a las utilidades compartidas de 52 a 40%.
Sin embargo, los críticos de la estrategia gubernamental consideran que Pemex es una apuesta que solo representa un lastre para las finanzas públicas y el sector se beneficiaría de la eficiencia que presuntamente otorgan las empresas privadas.
La petrolera registra año con año pérdidas netas, una producción mensual de hidrocarburos líquidos en niveles mínimos en más de 30 años y el valor de sus exportaciones es de la mitad de lo que fue en 2010.
La deuda total de la compañía alcanzó al cierre de septiembre 113 mil millones de dólares, cifra que es seis mil veces mayor que el flujo de operación generado los últimos 12 meses. Pemex es una de las tres petroleras y una de las 10 compañías de cualquier sector más endeudadas del mundo.
El plan de refinanciamiento es positivo, no obstante, la situación financiera de la empresa seguirá debilitada, de acuerdo con los expertos.
“Las transacciones de administración de pasivos de Pemex son positivas desde el punto de vista crediticio porque reducen la deuda y el riesgo de refinanciamiento”, escribieron Nymia Almeida y Marcos Schmidt, analistas de Moody's Investors Service, en un reporte sobre el plan. “Esperamos que la generación de flujo de efectivo y las métricas crediticias de Pemex se mantengan débiles en los próximos tres años a medida que la compañía aumente la producción de combustible mientras lidia con una capacidad limitada de inversión de capital, altos vencimientos de deuda y precios volátiles del petróleo y el combustible”.
El gobierno de México ha apoyado a la petrolera con más de 19 mil millones de dólares entre reducciones de impuestos, inyecciones de capital y pagos de deuda, de acuerdo con cálculos de la calificadora de riesgo, que espera que hacia 2023 la compañía reduzca en 20 mil millones su deuda, gracias a la ayuda.
Moody’s asignó una calificación al bono de ‘Ba3’, el tercer escalón en grado especulativo, con perspectiva negativa, en línea con lo asignado a la energética en general.
Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y HSBC actuaron como agentes colocadores del instrumento.
Fecha de publicación: 08/12/2021
Etiquetas: Pemex Petróleos Mexicanos Bono deuda SHCP