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28 de dic. (Bloomberg) -- Hay un gran vacío en el desierto del norte de México, donde Elon Musk dijo a principios de este año que Tesla construiría su próxima planta masiva de automóviles. Los lugareños, que hace solo unos meses estaban eufóricos, ahora están moderando sus expectativas.
La construcción de la fábrica de Nuevo León, en la que se producirán los vehículos de nueva generación más económicos de Tesla, se ha retrasado debido a las reservas de Musk sobre la economía global. Otros problemas, como los retrasos en la obtención de permisos y la escasez de infraestructura, también han afectado el proceso.
México ha tratado de disipar las preocupaciones de que la planta podría ser cancelada. Hace unos días, el gobierno estatal aprobó 153 millones de dólares en incentivos para infraestructura básica, como carreteras y tratamiento de agua, así como una reducción en el impuesto sobre la nómina. Días antes, el regulador ambiental del país otorgó a Tesla el permiso para uso de suelo.
Aun así, Tesla requerirá varios permisos locales y federales más, incluidos los de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), para construir y operar la fábrica de Nuevo León. El gobierno también debe desarrollar infraestructura adicional.
Cuando Tesla se instaló en Nuevo León hace solo nueve meses, políticos y ejecutivos lo aclamaron como un ejemplo del fenómeno conocido como nearshoring, o la idea de que las empresas internacionales establecerán mucho más de su producción en México para estar más cerca de Estados Unidos. Muchos especialistas esperan que la inversión de la compañía en el país alcance los 10 mil millones de dólares en múltiples fases.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, estimaba que Tesla enviaría los primeros vehículos desde sus instalaciones de México tan pronto como el próximo año. Ahora, no está claro si la planta abrirá incluso en 2025. El sitio de la fábrica es un tramo vacío de tierra plagada de cactus a lo largo de la carretera, y la única indicación de que Tesla se acerca es un cartel de bienvenida de un agente inmobiliario local, que se asoma a través de una cerca de alambre de púas.
Musk dijo en octubre que todavía planeaba construir la planta, aunque el director ejecutivo se mostró reacio a seguir adelante “a toda velocidad” debido a las altas tasas de interés. En una entrevista más reciente, Musk dijo que Tesla producirá primero su vehículo básico de próxima generación en su fábrica de Texas, ya que las instalaciones de México no estarán listas a tiempo. La estrategia de abastecimiento de baterías para la planta de Tesla en Nuevo León sigue sin estar clara.
La instalación podría estar en funcionamiento a finales de 2025 o principios de 2026, estima Scott Chen, director general de Yinlun TDI, la filial del fabricante chino con sede en California. Su empresa suministra componentes, incluidas piezas de calefacción y refrigeración, a la planta de Tesla en Austin, que ensambla los vehículos utilitarios deportivos Model Y y el nuevo Cybertruck.
Chen espera abastecer a la planta de Tesla en Nuevo León una vez que esté operativa, y Yinlun TDI planea casi duplicar su número de empleados en México mediante la apertura de una segunda planta. Incluso podría abrir una tercera.
El ejecutivo todavía tiene la esperanza de que Tesla proporcione una sacudida económica. “He escuchado que podrían estar disminuyendo un poco la velocidad”, dijo. “Pero en este momento estamos bastante ocupados apoyando a Austin”.
Para que la promesa del nearshoring se haga realidad, México también tendrá que superar las divisiones internas. Es probable que gran parte de la inversión estadounidense que se dirige a México se destine a la parte norte del país, que ya es relativamente más rica. Eso ha creado tensión, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha atacado a los líderes locales que no lo están ayudando a canalizar más dinero hacia el sur.
Antes de que Tesla anunciara su intención de construir en Nuevo León, López Obrador cuestionó la capacidad del estado para abastecer de agua a las empresas. El fabricante de vehículos eléctricos siguió adelante con la selección de su sitio, pero solicitó que Nuevo León mejorara la disponibilidad de electricidad, agua y transporte antes de comenzar la construcción.
El tema es “una vergüenza, porque Nuevo León era conocido como la entidad del nearshoring”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base. “También ha habido muchos anuncios que no se han materializado y eso está empezando a decepcionar”.
A Antonio López Vásquez, residente de Nuevo León, le preocupa que López Obrador pueda dificultar que el estado reciba fondos para infraestructura y otras necesidades. Sin embargo, en última instancia considera que la llegada de Tesla es positiva, “en términos de las nuevas empresas o industrias que se están estableciendo en la entidad”.
Otra residente, Laura Cantú, tiene la esperanza de que la planta de Tesla sea de gran ayuda para la economía local. Señala el ejemplo de Kia, que abrió una planta en el municipio de Pesquería, Nuevo León, en 2016.
“Cuando viene una gran empresa como esa, trae consigo a todos sus proveedores y viene con mucho ímpetu para crecer e instalar industrias aquí, es muy beneficioso”, dijo Cantú.
Fecha de publicación: 28/12/2023
Etiquetas: Tesla planta México autos eléctricos Musk NuevoLeón empresas