Empresas alemanas continúan invirtiendo en China, en medio de posibles sanciones occidentales. Foto archivo
Empresas alemanas continúan invirtiendo en China, en medio de posibles sanciones occidentales. Foto archivo

3 de oct. (Dow Jones) -- El gobierno alemán y los políticos europeos en Bruselas están mirando a las grandes compañías alemanas para reducir su dependencia de China. Ellas, en cambio, la están duplicando.

     A medida que se intensifica la presión del gobierno, las empresas alemanas, con considerables operaciones en China, han estado luchando por aislar a esas operaciones en el país asiático ante posibles sanciones occidentales.

     Están tratando de impulsar la producción local china para depender menos de las importaciones de Alemania, llegando a acuerdos con proveedores de esa nación para hacer que sus cadenas de suministro sean más locales, al mismo tiempo que construyen alianzas en China.

     Los esfuerzos apuntan a proteger las cuotas de mercado de esas empresas, proteger sus ganancias y superar un empeoramiento de la tensión política entre China y Occidente, especialmente con Estados Unidos.

     En la última señal de tal tensión, la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea, anunció la semana pasada una investigación sobre supuestos subsidios injustos a la industria automotriz proporcionados por el gobierno de China.

     China se ha convertido en uno de los mayores exportadores de automóviles del mundo y un competidor creíble para los fabricantes de automóviles alemanes, especialmente en el segmento de vehículos eléctricos. Aun así, los fabricantes de automóviles alemanes han criticado la investigación de la Unión Europea, que temen que pueda exponerlos a represalias por parte de Beijing.

     A principios de este año, el gobierno alemán dijo a las empresas alemanas que deberían reducir su exposición a China para disminuir la dependencia alemana de exportaciones a ese país. Alemania depende en gran medida del comercio internacional, que se ha debilitado a medida que aumenta la tensión global, lo que ha detenido el crecimiento de la mayor economía de Europa este año.

     El Bundesbank, el banco central de Alemania, advirtió contra los riesgos económicos significativos de la exposición de la industria alemana a China, diciendo que más de 40% de las empresas alemanas que dependen de materiales críticos de China no han hecho nada para reducir su dependencia de esos materiales y de componentes críticos para la producción en el país, al grado que las fábricas alemanas pararían si se interrumpieran sus suministros.

     “En vista de las crecientes tensiones geopolíticas y los riesgos asociados, las empresas y los responsables políticos deben repensar la estructura de sus cadenas de suministro y la mayor expansión de sus actividades de inversión directa en China”, dijo el Bundesbank en un reporte.

     Sin embargo, en lugar de retroceder, las empresas alemanas, sobre todo las que más tienen que perder de los esfuerzos de Occidente para aislar a Beijing, han duplicado su participación, tratando de aislar sus fábricas chinas para que puedan seguir produciendo productos independientemente del clima político global.

     BASF, la gran compañía química alemana, está invirtiendo hasta 10 mil millones de euros (equivalentes a unos 10 mil 700 millones de dólares) en China hasta 2030. Como parte del impulso, recientemente comenzó la construcción de una planta en Zhanjiang, China, para producir gas sintético e hidrógeno para uso local. La compañía espera que la planta entre en funcionamiento en 2025.

     BASF dijo que la instalación es parte de su sitio Verbund en Nanjing, China, un gran lugar de producción química con cadenas de productos interconectadas desde químicos básicos hasta productos de consumo.

     El lugar para la expansión se fijó en 2005 y es una de las seis plantas de Verbund que BASF opera en todo el mundo, incluidas dos en Estados Unidos. La expansión asegura que BASF pueda producir en China lo que necesita para seguir creciendo en el mercado chino.

El presidente ejecutivo de Siemens, Roland Busch, dijo a principios de este año que la compañía estaba invirtiendo alrededor de 140 millones de euros en China como parte de un impulso de inversión global de dos mil millones de euros este año. Prometió defender la participación de la compañía en el mercado chino y continuar invirtiendo allí.

El principal esfuerzo de delimitación ha venido de fabricantes de automóviles como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz.

     Gracias a su estrategia local para local, que da prioridad a la producción local para los mercados extranjeros, los fabricantes de automóviles alemanes exportaron 254 mil 607 vehículos a China en 2022, una fracción del volumen de vehículos que produjeron allí, de acuerdo con la Asociación Alemana de la Industria Automotriz. Solo VW produjo 3.2 millones de vehículos en China, tantos como los que fabricó en Europa.

     En julio, VW dijo que invertiría 700 millones de dólares en el fabricante chino de vehículos eléctricos XPeng, tomando una participación de casi 5% en la compañía, para desarrollar y construir conjuntamente vehículos eléctricos. Ralf Brandstätter, director ejecutivo del negocio de VW en China, dijo que tales asociaciones “son un componente importante en la estrategia 'en China para China' del Grupo Volkswagen”.

     El director ejecutivo de VW, Oliver Blume, hablando con periodistas al margen del Salón del Automóvil de Múnich a principios de este mes, dijo que la compañía invertiría más en China, especialmente porque VW necesitaba tecnología china para el mercado chino, en parte en respuesta a las crecientes tensiones con Occidente y el surgimiento de estándares tecnológicos separados.

     “Los ecosistemas en Occidente y China se están separando”, dijo. “Eso significa que tenemos que adaptarnos claramente a la situación”.

     VW dijo que, en los últimos años, ha construido el abastecimiento local de más de 90% de los componentes y materiales utilizados para fabricar sus vehículos fabricados en China.

     BMW, el fabricante alemán de automóviles de lujo, celebró el vigésimo aniversario de su empresa conjunta china, BMW Brilliance Automotive, a principios de este año con el anuncio de que su automóvil eléctrico de próxima generación, el Neue Klasse, o Nueva Clase, se produciría a partir de 2026 en China para clientes chinos, en lugar de exportarse desde Alemania. La empresa conjunta obtiene componentes y materiales para la producción local de alrededor de 430 proveedores locales, dijo BMW.

     BMW también está invirtiendo en el desarrollo y producción de baterías EV de alto voltaje en China para vehículos eléctricos de nueva generación, y también ha ampliado su centro de investigación y desarrollo en Shenyang para un mayor diseño y desarrollo local.

     En parte como consecuencia de estas estrategias, las inversiones alemanas en China han aumentado después de años de declive, mientras que las exportaciones alemanas a China se han suavizado.

      La participación de Alemania en la inversión extranjera directa en China por parte de la Unión Europea y Reino Unido aumentó a 52% en 2022 desde 46% del año anterior, de acuerdo con datos proporcionados por Rhodium, un grupo de investigación. Los datos también muestran que la industria automotriz representó 68% de la inversión directa de la Unión Europea y Reino Unido en China el año pasado, frente a 50% del año anterior.

     Citando los últimos datos, el Bundesbank dijo que las filiales de empresas alemanas con sede en China generaron ventas de 382 mil millones de euros y 23 mil millones de euros en ganancias. El Bundesbank dijo que China representó 22% de las ventas globales de la industria alemana y 15% de sus ingresos.

     “Los fabricantes de automóviles alemanes ven a China como existencial, desde una perspectiva de ingresos, pero también para la transición tecnológica a los vehículos eléctricos. Son ranas en una olla de agua que se calienta lentamente y que no saltan, por temor a que sus posibilidades de supervivencia sean aún peores fuera de la olla”, dijo Noah Barkin, analista de Rhodium.

 


Fecha de publicación: 03/10/2023

Etiquetas: Alemania China Europa inversiones automotriz