Apple lucha por no quedar atrapada entre la disputa económica entre China y Estados Unidos. Foto AP/Andy Wong
Apple lucha por no quedar atrapada entre la disputa económica entre China y Estados Unidos. Foto AP/Andy Wong

20 de sep. (Dow Jones) -- El fabricante del iPhone superó varias crisis en China, pero ser arrastrado a una lucha geopolítica podría ser la más difícil hasta ahora.

     La decisión de China de limitar el alcance de Apple es algo que los inversionistas han temido durante años, lo que indica que un socio que alguna vez fue intocable en el país ahora está atrapado en las crecientes tensiones entre las dos principales superpotencias del mundo.

     Algunas de las innumerables crisis que navegó Apple por años en China son las disputas salariales, las tensiones comerciales y los estridentes cierres de covid-19, a menudo saliendo la empresa ilesa después de un período relativamente breve de incertidumbre.

     Pero ahora la decisión del gobierno chino de prohibir el uso de iPhones por parte de empleados gubernamentales sacudió a algunos inversionistas, dada la aparente prioridad de Beijing de la seguridad nacional sobre asuntos económicos parece estar ya tocando a Apple, lo que no había ocurrido antes.

     Aunque los analistas no esperan que la orden del gobierno reduzca significativamente las ventas de Apple, el episodio sirve como otro marcador del riesgo que se avecina mientras la compañía intenta manejar una relación delicada con la segunda economía más grande del mundo.

     “Es algo de lo que preocuparse”, dijo Dan Morgan, gerente sénior de cartera de Synovus Trust, que es inversionista en Apple. “China ha sido una historia de crecimiento para Apple”.

     Morgan dijo que sería preocupante si surgiera una dinámica similar para Apple de la que existe hoy en la industria de chips, que ha sufrido un ojo por ojo geopolítico con las sanciones comerciales impuestas por ambos países.

     La decisión de China de limitar el uso del iPhone llega en un momento de gran incertidumbre económica en el país. La actividad manufacturera se ha contraído, las exportaciones han disminuido y los datos recientes mostraron una caída inusual en los precios al consumidor.

     La constante unificadora en los desafíos anteriores de Apple relacionados con China fue la creencia entre analistas, líderes políticos, economistas y otros de que la compañía podría capear la tormenta porque China necesita a Apple tanto como Apple necesita a China.

     El trabajo de ensamblar iPhones y otros dispositivos de Apple emplea a millones de personas en todo el país y los inversionistas de la compañía han asegurado durante mucho tiempo que los riesgos más drásticos serían poco probables. La prohibición de China es otra prueba de esa suposición.

     La medida de Beijing también se produce en medio del creciente nacionalismo entre los consumidores chinos que los está impulsando hacia las marcas nacionales. Apple ha dominado el mercado de teléfonos inteligentes premium en China recientemente desde que la china Huawei tuvo que retirarse tras las sanciones occidentales sobre la tecnología de chips críticos. Pero la semana pasada, Huawei volvió sorpresivamente a tener velocidades inalámbricas de los teléfonos celulares más rápidas mediante tecnología propia y comenzó a vender dos modelos más de gama alta que podrían apuntar al modelo iPhone15, que se espera que sea lanzado la próxima semana.

     Quienes siguen de cerca a Apple no ven la restricción del gobierno como indicativa de una inminente prohibición de los productos de la compañía para todos los consumidor o como una prohibición de la actividad de fabricación relacionada con Apple, lo que sería un evento cataclísmico para el fabricante del iPhone.

      “Este es un síntoma de un problema mayor con la guerra comercial e ideológica entre China y Estados Unidos”, dijo Trip Miller, socio gerente del inversor de Apple Gullane Capital Partners.

     Los inversionistas y analistas señalaron a Tesla como un caso de estudio. En 2021, China restringió el uso de vehículos Tesla por parte del personal militar y los empleados de ciertas empresas estatales. Tras la restricción para los empleados del gobierno, el negocio de Tesla en China se mantuvo estable.

     La caída de Apple en el mercado sigue a un año de crecimiento vertiginoso de las acciones que la convirtió en la primera corporación del mundo en cerrar con un valor de mercado superior a los tres billones de dólares. Sus acciones habían subido casi 50% este año antes de que se conociera la noticia de la prohibición de China, a pesar de que las ventas de la compañía disminuyeron durante los primeros tres trimestres fiscales del año.

     China es el tercer mercado más grande de Apple, entregando 19% de los 394 mil millones de dólares en ingresos totales de la compañía en 2022. El país también ha servido como su mayor motor de crecimiento. En 2021, el negocio de Apple en China se expandió casi 70%, mucho más rápido que sus dos regiones más grandes reportadas, América y Europa.

     Apple no ha comentado sobre la prohibición, que fue comunicada al personal del gobierno en las últimas semanas por superiores en grupos de chat o reuniones en el lugar de trabajo. Desde entonces, se envió a una franja de empleados de empresas estatales, incluidos trabajadores de las industrias espacial y energética, a quienes se les ha dicho que no traigan sus iPhones al trabajo ni los usen para fines comerciales, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto. Los funcionarios chinos no han hecho ningún comentario público sobre el tema.

     Voces dentro de Apple han advertido sobre los riesgos de la dependencia de China. Ya en 2015, algunos ejecutivos de operaciones sugirieron que la compañía trasladara el ensamblaje de un producto a Vietnam para comenzar un proceso de varios años de creación de una nueva cadena de suministro fuera de China, informó anteriormente este medio. Los altos directivos de la compañía rechazaron la idea, considerando que era una tarea demasiado difícil trasladar seriamente la fabricación fuera de China.

     Sin embargo, desde las interrupciones de la cadena de suministro durante la pandemia, Apple ha tratado de diversificar más la fabricación en países cercanos como Vietnam e India, reportó este medio.

     A fines del año pasado, después de que estallaron disturbios en una instalación masiva de producción de iPhone en Zhengzhou cuando el país impuso duras restricciones de covid-19, Apple emitió una rara advertencia a mediados de trimestre de que los envíos de sus últimos modelos de iPhone 14 Pro se verían afectados.

     Pero las raíces de Apple en China, establecidas por el propio presidente ejecutivo Tim Cook después de unirse a la compañía en 1998, tardarían años en comenzar a desenredarse.

     Antes de la pandemia, Cook viajaba regularmente a China para reunirse con altos funcionarios. Cuando la visitó en marzo, se reunió con el primer ministro chino, Li Qiang, junto con un puñado de otros ejecutivos de negocios extranjeros, y habló con el ministro de Comercio, Wang Wentao, sobre la estabilización de las cadenas de suministro, de acuerdo con un comunicado del ministerio.

     Apple ha trabajado para apaciguar al gobierno chino en materia de seguridad. En 2018, la compañía comenzó a cambiar las cuentas de iCloud de sus usuarios de China a servidores ubicados en el país. También almacenó la clave de cifrado de esas cuentas en China, un paso que alarmó a los expertos en seguridad en ese momento.

     Es probable que Apple intente comunicarse entre bastidores con el gobierno chino para comprender las preocupaciones del gobierno y ver cómo podrían abordarse, dijo Xiaomeng Lu, director de la consultora de riesgos Eurasia Group que se enfoca en geopolítica y tecnología.

      “Son muy buenos en este juego y Tim Cook es muy proactivo en este tipo de cosas”, dijo.

 


Fecha de publicación: 20/09/2023