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13 de may. (Axis negocios) -- La inflación de Estados Unidos siguió a la baja en abril y tocó su menor nivel a tasa anual en más de cuatro años, a pesar de las posibles disrupciones que se estarían generando en algunas industrias por la política arancelaria del gobierno de Donald J. Trump.
El índice de precios al consumidor estadounidense registró un avance mensual de 0.2% en abril, el más débil para un periodo similar en los últimos cinco años, de acuerdo con datos de Bureau of Labor Statistics.
Así mismo, la inflación subió 2.3% a tasa anual en abril o frente al mismo lapso de 2024, el incremento más modesto desde que los precios al consumidor del país crecieron 1.7% en febrero de 2021.
El desempeño de la inflación estadounidense incluso quedó por debajo de las expectativas de un crecimiento mensual de 0.3% y de un avance interanual de 2.4% que tenían los analistas encuestados por el portal financiero Investing.com.
Al interior del reporte, el índice de alimentos cayó 0.1% en abril, debido al descenso de 12.7% del precio del huevo, que hizo su mayor contracción desde 1984, gracias a que los brotes de gripe aviar han disminuido y la gente dejó de comprar por pánico.
Por su parte, el índice de vivienda subió 0.3% en abril, más de la mitad del incremento mensual de todos los artículos, de acuerdo con el informe del BLS. Por su parte, el índice de energía aumentó durante el mes 0.7%, ya que los aumentos en los índices de gas natural y electricidad compensaron con creces la caída en el índice de gasolina.
Aunque el reporte de la inflación del mes pasado, algunos analistas consideran que este fenómeno podría revertirse, por lo que la Reserva Federal no deberían confiarse en su misión de regresar los precios a su meta de 2%.
Los precios de los alimentos y energía “podrían subir ante la expectativa de que el crecimiento global no se frene tanto si se logran acuerdos comerciales como el que alcanzaron Estados Unidos y China”, escribieron los economistas de Banco Invex, en un reporte.
Por su parte, el índice subyacente de los precios al consumidor, o aquel que desestima los cambios en categorías volátiles como alimentos y energéticos, subió 0.2% en el mes y creció a una tasa de 2.8% anual.
La desaceleración de los precios en Estados Unidos es uno de los argumentos del gobierno de Trump para presionar a la Fed a que baje las tasas de interés del país, a pesar de los riesgos que implica la nueva política arancelaria de la Casa Blanca.
La semana pasada el banco central estadounidense decidió mantener sus tasas sin cambio en un rango de 4.25 a 4.5%, en espera de conocer los efectos que pudieran ocasionar los aranceles de Trump en la inflación y en la actividad económica.
Algunos analistas y participantes del mercado financiero esperaban que la Fed comenzara a relajar su política monetaria en junio, con al menos tres reducciones totales este año. No obstante, esa visión cambió y el mercado aplazó sus apuestas para el primer recorte de tasas hasta septiembre, además de que solo esperaría una reducción más en lo que resta del año.
“La Reserva Federal se encuentra en una situación prácticamente insostenible, ya que es probable que sus dos mandatos, promover el máximo empleo y mantener la estabilidad de precios, entren en conflicto y avancen en direcciones contrarias, pero será la política gubernamental --que es increíblemente incierta-- la que dictará tanto el momento como la magnitud de esos movimientos”, escribió Seema Sah, jefe global de estrategia de Principal Asset Management, en un reporte.
La guerra comercial había puesto en jaque a los encargados de la política monetaria, pues el alto costo de los aranceles podría provocar un aumento de los precios de los productos que sería trasladado a los consumidores.
Sin embargo, ayer Estados Unidos y China pactaron una tregua de 90 días con mejores condiciones arancelarias, lo que alivió los temores de que se estaba gestando una estanflación, o como es conocida en la jerga económica una situación donde un país vive alta inflación y estancamiento o recesión económica.
“A pesar de lo anterior, la alta volatilidad reciente, el riesgo aún latente de negociaciones comerciales en curso y la posibilidad de que la inflación experimente presiones alcistas por la transmisión pendiente de aranceles aún vigentes, nos lleva a mantener una postura neutral frente al riesgo, sin marcar preferencias entre activos de renta fija y renta variable”, escribió por su parte Mauricio Guzmán, head de estrategia de inversión en Sura Investments, en un reporte.
* César E. Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.
Fecha de publicación: 13/05/2025
Etiquetas: inflación tasas Fed consumidor aranceles economía